miércoles, 18 de diciembre de 2013

Michael D. O'Brien: El Padre Elías. Por Javier Sánchez Villegas

O'Brien, Michael D.: El Padre Elías. Un apocalipsis. Libros Libres, Madrid, 2006 (edición original de 1996). 636 páginas. Traducción de Jordi Giménez Samanes. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Sí, de verdad. Hay libros que te cortan la respiración y no vuelves a respirar hasta que los terminas. Empiezas con cautela, casi sin comprometerte mucho con él, y terminas devorándolo. Esto es lo que me ha pasado con este libro de Michael O'Brien, autor completamente desconocido para mí hasta este momento. De entrada, reconozco que tenía bastantes prejuicios sobre él. Me imaginaba que se trataría de una nueva versión de El Código Da Vinci. Ya sabéis, intriga, asesinatos, Vaticano, algo de historia... Esos elementos que a mucha gente le da morbo. No a mí. Además, el libro es gordito (636 páginas), y yo estoy en contra de la idea de que para ser un buen escritor haya que escribir más de 500 páginas. ¿Se merecerá esta historia el esfuerzo que me va a requerir leerla? Bien mirado, gozaba del beneficio de la duda, pues me la había dejado un buen amigo, Javier García Alves, el cual tiene buenos gustos literarios (hasta el momento, todo lo que me ha recomendado me ha encantado). Para mí era garantía de nivel literario. En fin, con todos estos mimbres me he enfrentado a la novela y he salido más que victorioso. Primero, porque está escrita con verdadera maestría y, segundo, porque el autor te invita a meterte en la historia y a identificarte de lleno con el protagonista. En los tiempos que corren, no es poca cosa.


Michael O'Brien (Ottawa, Canadá, 1948) ha escrito numerosos libros de ensayo y ficción, entre los que cabe destacar la serie de novelas a la que pertenece El Padre Elías, que agrupadas bajo el título de Hijos de los últimos días le han dado a conocer internacionalmente. Cabe destacar también las obras El librero de Varsovia y La última escapada. También ha destacado como artista y pintor autodidacta. Es asimismo director del Nazareth Journal, una revista familiar católica. Vive con su mujer y sus hijos en Combermere, Ontario.

El protagonista de la novela es el Padre Elías, un monje carmelita que vive en un monasterio cerca de Éfeso dedicado al trabajo y a la oración. Llamado por el hermano Abad, es convocado a una reunión urgente en el Vaticano, en la que el Papa le explica los motivos de la urgencia de la reunión y qué se espera de él. El Padre Elías no da crédito. Trata de excusarse, convencer al Santo Padre de que él no es la persona indicada. Justamente todo lo que él alega es lo que le hace imprescindible. El Padre Elías se presenta como el más pequeño de los hombres, como aquel que ha sufrido tanto que se ve a sí mismo como un siervo inútil, débil y vulnerable. Ahí es donde radica su fortaleza. Ciertamente, el protagonista se nos revela como un judío converso superviviente del Holocausto (en los campos de exterminio murió toda su familia). Casado, su mujer embarazada muere también en un accidente. Todo esto le llevó a una reflexión sobre el mal y el sufrimiento, que finalmente le condujo a abrazar la fe cristiana y a dedicar el resto de su vida a Dios en el monasterio.

Michael O'Brien
¿Cuál es su misión? El Papa recurre a él porque ha sonado la primera trompeta, la señal del fin de los tiempos. En el umbral del tercer milenio (recordemos que la novela está escrita en 1996) el mundo se ve abocado, con terrible ignorancia por parte de los hombres, al Apocalipsis anunciado por San Juan en el último libro de la Biblia. Su misión consistirá en adentrarse en el círculo de un poderoso personaje de la política mundial (el Presidente) cuyos mensajes de unión entre los pueblos y de paz universal esconden la venida del anticristo. A medida que conoce mejor la verdadera naturaleza del adversario, Elías se reencontrará con los fantasmas de su propio pasado, y la red tejida por el mal empezará a cerrarse en torno a él con traiciones, persecuciones y asesinatos, amenazando aquello que más quiere.

Del argumento no os cuento más. Sí quiero destacar la maestría de Michael O'Brien para pautar los momentos de la novela. Si bien empieza algo lento, va in crescendo poco a poco, hasta que el ritmo se hace trepidante al máximo (no puedes parar de leer). También quiero destacar las reflexiones que están insertas en todo el libro acerca de la Iglesia, su tarea en el mundo, y cuáles son los riesgos que deberá asumir para seguir siendo fiel al Evangelio. Como todo, algunas cosas son discutibles, pero en general el autor realiza un despliegue de sentido común que te hace pensar ciertos aspectos en profundidad. 

No quisiera terminar este comentario sin destacar dos escenas. La primera es la conversión de Smokrev, rico polaco que supo seguir el viento de la historia en su país para su beneficio personal. Es verdaderamente llamativo cómo se describe su proceso de conversión. La segunda es el diálogo final del Padre Elías con el Presidente. En último término, el mal no se encarna en un ser con cuernos, rabo y oliendo a azufre, sino en personas normales de carne y hueso (Hitler, Stalin, etc.) que llevan a la humanidad al borde del desastre en cada momento. El nombre del Presidente no se menciona. Cada uno pensará en algún nombre distinto. Supongo que dará igual, porque hay muchos donde elegir. En fin, novela recomendable que a buen seguro te encantará. Hasta la próxima.



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