jueves, 8 de junio de 2017

Albert Nolan: Jesús, hoy. Por Juan Antonio Irazabal

Nolan, Albert: Jesús, hoy. Una espiritualidad de libertad radical. Sal Terrae, Santander, 2006. 263 páginas. Traducción de Ramón Alfonso Díez Aragón. Comentario realizado por Juan Antonio Irazabal.

No estamos ante una espiritualidad nueva, al menos en teoría. Es la espiritualidad del Evangelio. Pero no en clave de preceptos y consejos, sino como camino hacia una vida más rica, más profunda y más libre. Sin embargo, sí puede considerarse nueva si se tiene en cuenta el punto de partida y los instrumentos empleados. Su punto de partida es el contexto socio–cultural actual que debe afrontar cualquier espiritualidad. Los instrumentos son una exégesis y una teología enteramente al día.

El autor es uno de los principales representantes de la «teología contextual». En 1984, fue elegido Maestro General de los dominicos, pero declinó el nombramiento para seguir en su país combatiendo el apartheid. Pocos años después, aquella lacra de la humanidad quedó superada con unos métodos que asombraron por su fuerza y su dignidad moral. Esta obra es también contextual, pero esta vez el contexto es el mundo actual, no sólo Sudáfrica. Teología y espiritualidad son aquí inseparables, de manera que la primera encuentra su objetivo último en la segunda y ésta a su vez queda apoyada en un fundamento sólido.

La primera parte presenta un esbozo de los rasgos esenciales de nuestro tiempo, un tiempo de escepticismo generalizado, a la vez que de inseguridad y desesperación reprimidas, como ha puesto de manifiesto el fenómeno Código Da Vinci. Por otro lado, deja traslucir un hambre muy extendida de espiritualidad, junto a un redescubrimiento de la mística.

Desde el punto de vista social, el individualismo ha alcanzado un auge desconocido en épocas anteriores. El individuo autosuficiente es el ideal más extendido y el dinero su condición necesaria y nunca suficiente. Su carácter narcisista es destructivo, tanto desde el punto de vista ecológico como psicológico y moral. Sin embargo, crece a la vez la conciencia de que ese ego es una falsa imagen del yo auténtico. Al mismo tiempo que la globalización en beneficio del capital internacional, se está produciendo otra globalización desde abajo con nuevos actores (mujeres, indígenas, campesinos e intocables), mientras que la internacionalización de la lucha por la justicia, la paz y la compasión demuestran también su poder.

Desde el punto de vista científico, el determinismo universal, una de las grandes objeciones contra la religión, ha quedado desterrado por la ciencia postnewtoniana. El universo aparece ahora más como un misterio que como una máquina gigantesca. Y la ciencia actual reconoce sus propias limitaciones.

La segunda parte del libro presenta la espiritualidad de Jesús. Para muchos lectores, cristianos y no cristianos, será un auténtico descubrimiento: un Mesías que no busca ser servido sino servir, unas parábolas que, al revés que los mitos, socavan el statu quo, una religión para el hombre, etc. Jesús puso al derecho un mundo que tiende a estar siempre al revés. Crítico con su sociedad, no fue un resentido. El respeto ilimitado a toda clase de personas y su sentido de la amistad iban a la par con unas extraordinarias dotes de líder. En él se juntó toda la riqueza humana que cabe imaginar.

Por ello, Jesús de Nazaret constituye hoy también una llamada y una posibilidad de llevar a cabo una auténtica transformación personal, de manera que la persona humana pueda realizarse más plenamente.

El autor recorre en detalle toda la riqueza de la oferta de Jesús, el llamado Cristo: éste es el contenido de la tercera parte. Mientras que la cuarta y última presenta, como modelo, la experiencia de unicidad de Jesús con Dios, consigo mismo, con los demás seres humanos y con el universo. Siempre desde una libertad radical jamás igualada.

En suma, sin presentar ninguna novedad teórica, Nolan ofrece, en un lenguaje llano, a cuantos se interesan por Jesús y su programa, aquello que tal vez estaban buscando o que hace tiempo hubieran deseado escuchar.

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