Horno Goicoechea, Pepa: Elegir la vida. Historias de vida de familias acogedoras. Fundación Acrescere-Desclée de Brouwer, Bilbao, 2014. Colección Amae. 93 páginas. Ilustraciones de Pepa Salas Durán. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
El libro que hoy os quiero presentar es muy especial. Tan especial que lo hace único. Desde un punto de vista formal, porque acaba de salir de la imprenta (todavía está calentito). De hecho, será presentado en sociedad el próximo día 8 de mayo a las 19:00h en la librería El Tranvía, que se encuentra en el centro comercial Moda Shopping, en la calle General Perón 38-40, Madrid (enfrente del estadio Santiago Bernabeu).
Por otro lado, también es único por el fin para el que ha sido concebido: para formar parte de una campaña que está llevando a cabo la Fundación Acrescere -ver aquí-, creada por Alejandro Martínez y Blanca Arregui (grandes amigos), titulada "Ningún menor sin familia". El objetivo de esta campaña es informar y sensibilizar a la población española acerca de una realidad poco conocida: la de los miles y miles de niños que viven, años y años, en centros e instituciones de nuestro país. La Fundación Acrescere tiene por finalidad contribuir a que los menores, niños y adolescentes, que se encuentran bajo la tutela o la guarda de las Comunidades Autónomas, puedan crecer, en lugar de en esos centros, en el seno de una familia que los adopte o acoja, para así desarrollar todas sus potencialidades y capacidades. Así pues, magnífico libro para un magnífico fin.
El libro está escrito por Pepa Horno Goicoechea, psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección en Espirales Consultoría de Infancia. Especialista en protección infantil, ha trabajado durante más de quince años coordinando campañas estatales e internacionales para la erradicación de la violencia contra los niños. También es coordinadora de investigaciones en el ámbito de la protección y autora de varios libros sobre desarrollo afectivo y social. Entre ellos destacan Amor y violencia: la dimensión afectiva del maltrato (2009), Ser madre, saberse madre, sentirse madre (2011) o Un mapa del mundo afectivo: el viaje de la violencia al buen trato (2012).
Elegir la vida es una obra que recoge fundamentalmente testimonios reales de familias que han acogido a niños en sus casas. Esto responde, según dice Alejandro Martínez en la introducción, a dos razones: "por una parte, el que, según todos los estudios, conocer casos reales de familias que han acogido es uno de los medios que más anima a otras familias a ofrecerse para acoger ellos también, y, por otra, intentar despejar las dudas y miedos que muchas personas tienen y que frenan sus deseos de acoger menores". Así, el libro se divide en seis capitulos, uno por cada familia de acogida. Los casos son reales pero, para preservar su intimidad, los nombres que aparecen son falsos. Son los siguentes:
- María: llegar a sonreír al despertar.
- Juan y Ruth: más felicidad.
- Teresa: elegir la vida.
- Carlos: querer amar.
- David, Clara y Yolanda: la maternidad y la paternidad a través del acogimiento.
- Manuel y Natalia: los acogimientos de urgencia.
Todos estos casos se corresponden con familias que respondieron afirmativamente a la invitación de la Fundación Acrescere y que fueron seleccionadas de acuerdo con una serie de criterios que se tuvieron en cuenta (según nos cuenta la autora en el prólogo):
1.- Reflejar los diferentes tipos de acogimiento existentes.
2.- Elegir familias con niños y niñas acogidos de diferentes edades y características.
3.- Diversidad en la composición familiar de las familias acogedoras.
4.- Estado del acogimiento.
De esta forma, Pepa Horno recogió el testimonio de las vivencias de las familias de acogida, no de un modo literal transcribiendo las declaraciones de las familias (aunque en algún momento se recojan algunas de ellas), sino de forma narrativa para poder incluir elementos de vivencia en el relato que van más allá de las palabras en sí mismas, así como para poder reflejar la realidad de todos sus protagonistas, de todos los miembros que componen las familias, no solo de los padres acogedores. Al final, cada familia revisó y dio su acuerdo al relato final construido sobre su historia, para garantizar que todos ellos se sientieran reflejados con veracidad en lo que el libro relata.
El resultado es una visión realista del acogimiento. Lejos de los idealismos que pudiera conllevar este tema, se exponen los testimonios tal cual con todas sus bondades y todas sus dificultades. Los problemas están ahí, son reales, pero se pueden superar. Al final de cada relato se incluyen algunos consejos que a las familias les surge dar a aquellas otras que estén planteándose un acogimiento. No tienen desperdicio.
El libro termina con una conclusión, en la que se resumen algunas claves fundamentales para que el acogimiento llegue a buen puerto. Son las siguientes:
1.- La consciencia en la opción. Que el acogimiento sea consecuencia de una profunda reflexión.
2.- El amor. Amar es una elección. Hay que elegir amar al niño que se acoge hasta las últimas consecuencias.
3.- La pertenencia. El acogimiento nunca debe ser excluyente en relación con sus familias de origen. En el acogimiento confluyen tres sujetos clave: el niño, la familia de origen y la familia acogedora.
4.- La red de amor. No es posible acoger en soledad. Las instituciones juegan un papel clave, igual que las asociaciones, los grupos, los amigos, la familia extensa...
5.- Los hermanos en la familia de acogida. Son fundamentales por dos motivos: en primer lugar, para no confundir acogimiento y adopción y, en segundo lugar, por el papel de los hermanos en la integración del niño acogido.
En fin, con independencia de que te estés planteando acoger o no a algún niño en tu familia, este libro te va a encantar, pues te muestra una realidad muy desconocida en general. Llama la atención que haya tantos niños en España viviendo en las instituciones públicas privados de una familia (me imagino que será igual o peor en otros países del mundo). Y llama la atención que no se sensibilice convenientemente sobre este tema a las familias desde los organismos oficiales. Por eso tiene sentido este libro. Por eso tiene sentido la Fundación Acrescere. Y por eso tiene sentido también que yo trate de aportar mi granito de arena a este tema desde este humilde blog. No faltes a la cita del 8 de mayo en Madrid. Yo allí estaré. Hasta la próxima.
El libro está escrito por Pepa Horno Goicoechea, psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección en Espirales Consultoría de Infancia. Especialista en protección infantil, ha trabajado durante más de quince años coordinando campañas estatales e internacionales para la erradicación de la violencia contra los niños. También es coordinadora de investigaciones en el ámbito de la protección y autora de varios libros sobre desarrollo afectivo y social. Entre ellos destacan Amor y violencia: la dimensión afectiva del maltrato (2009), Ser madre, saberse madre, sentirse madre (2011) o Un mapa del mundo afectivo: el viaje de la violencia al buen trato (2012).
Elegir la vida es una obra que recoge fundamentalmente testimonios reales de familias que han acogido a niños en sus casas. Esto responde, según dice Alejandro Martínez en la introducción, a dos razones: "por una parte, el que, según todos los estudios, conocer casos reales de familias que han acogido es uno de los medios que más anima a otras familias a ofrecerse para acoger ellos también, y, por otra, intentar despejar las dudas y miedos que muchas personas tienen y que frenan sus deseos de acoger menores". Así, el libro se divide en seis capitulos, uno por cada familia de acogida. Los casos son reales pero, para preservar su intimidad, los nombres que aparecen son falsos. Son los siguentes:
- María: llegar a sonreír al despertar.
- Juan y Ruth: más felicidad.
- Teresa: elegir la vida.
- Carlos: querer amar.
- David, Clara y Yolanda: la maternidad y la paternidad a través del acogimiento.
- Manuel y Natalia: los acogimientos de urgencia.
Todos estos casos se corresponden con familias que respondieron afirmativamente a la invitación de la Fundación Acrescere y que fueron seleccionadas de acuerdo con una serie de criterios que se tuvieron en cuenta (según nos cuenta la autora en el prólogo):
1.- Reflejar los diferentes tipos de acogimiento existentes.
2.- Elegir familias con niños y niñas acogidos de diferentes edades y características.
3.- Diversidad en la composición familiar de las familias acogedoras.
4.- Estado del acogimiento.
De esta forma, Pepa Horno recogió el testimonio de las vivencias de las familias de acogida, no de un modo literal transcribiendo las declaraciones de las familias (aunque en algún momento se recojan algunas de ellas), sino de forma narrativa para poder incluir elementos de vivencia en el relato que van más allá de las palabras en sí mismas, así como para poder reflejar la realidad de todos sus protagonistas, de todos los miembros que componen las familias, no solo de los padres acogedores. Al final, cada familia revisó y dio su acuerdo al relato final construido sobre su historia, para garantizar que todos ellos se sientieran reflejados con veracidad en lo que el libro relata.
El resultado es una visión realista del acogimiento. Lejos de los idealismos que pudiera conllevar este tema, se exponen los testimonios tal cual con todas sus bondades y todas sus dificultades. Los problemas están ahí, son reales, pero se pueden superar. Al final de cada relato se incluyen algunos consejos que a las familias les surge dar a aquellas otras que estén planteándose un acogimiento. No tienen desperdicio.
El libro termina con una conclusión, en la que se resumen algunas claves fundamentales para que el acogimiento llegue a buen puerto. Son las siguientes:
1.- La consciencia en la opción. Que el acogimiento sea consecuencia de una profunda reflexión.
2.- El amor. Amar es una elección. Hay que elegir amar al niño que se acoge hasta las últimas consecuencias.
3.- La pertenencia. El acogimiento nunca debe ser excluyente en relación con sus familias de origen. En el acogimiento confluyen tres sujetos clave: el niño, la familia de origen y la familia acogedora.
4.- La red de amor. No es posible acoger en soledad. Las instituciones juegan un papel clave, igual que las asociaciones, los grupos, los amigos, la familia extensa...
5.- Los hermanos en la familia de acogida. Son fundamentales por dos motivos: en primer lugar, para no confundir acogimiento y adopción y, en segundo lugar, por el papel de los hermanos en la integración del niño acogido.
En fin, con independencia de que te estés planteando acoger o no a algún niño en tu familia, este libro te va a encantar, pues te muestra una realidad muy desconocida en general. Llama la atención que haya tantos niños en España viviendo en las instituciones públicas privados de una familia (me imagino que será igual o peor en otros países del mundo). Y llama la atención que no se sensibilice convenientemente sobre este tema a las familias desde los organismos oficiales. Por eso tiene sentido este libro. Por eso tiene sentido la Fundación Acrescere. Y por eso tiene sentido también que yo trate de aportar mi granito de arena a este tema desde este humilde blog. No faltes a la cita del 8 de mayo en Madrid. Yo allí estaré. Hasta la próxima.
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