Kässmann, Margot: En la mitad de la vida. Tiempo para crecer. Mensajero, Bilbao, 2014 (edición original de 2009). 200 páginas. Traducción de M. Isabel Hoppichler. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
Por lo menos en España, existe una tradición en los estudiantes de universidad de hacer un viaje a mitad de carrera: es el llamado "paso del ecuador". Y los ves a todos tan contentos porque "ya me falta menos para terminar que el tiempo que ha pasado desde que empecé". Sin embargo, en la vida no es así. En primer lugar porque no sabemos cuánto tiempo vamos a durar, con lo que es prácticamente imposible saber cuándo se ha cruzado el "ecuador". En segundo lugar, porque conozco a gente que celetra sus 40 o 50 años de una forma especial, pero nunca a nadie que haya celebrado la mitad de su vida (¡sería deprimente!).
En el caso de Margot Kässmann, la autora del libro que estamos presentando, la historia es bien distinta. Con su permiso diré que cumplió 50 años en el año 2008, pero la idea de escribirlo la venía barruntando desde hacía tiempo. Divorciada, con cuatro hijas, luchando contra un cáncer de mama que se lo diagnosticaron así, de repente, y presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélico-Luterana de Hannover (Alemania), los cincuenta le cayeron como un aldabonazo, pero para ella fue ocasión de meditar y de profundizar en el sentido de "la mitad de la vida". De ahí surge este libro. Su idea inicial, sin embargo, ya le llega desde 2002, cuando dio una conferencia en Aguisgrán en un congreso de psicoterapia. Según dice ella misma, tuvo que hacerlo después de que hablara una socióloga y un psicoterapeuta. Fue entonces cuando intentó desarrollar este tema desde una perspectiva cristiana, como teóloga. Gustó tanto su intervención que se animó a profundizar en el asunto. El libro es el resultado de sus reflexiones durante este tiempo.
Como ella misma dice, este es un libro dedicado especialmente a las mujeres, sean madres o no. Trata de mujeres en diferentes situaciones vitales que, al llegar a los cincuenta, reflexionan sobre la mitad de la vida. Pero ¡ojo! Que esté dedicado especialmente a ellas no quiere decir que sea exclusivamente a ellas. De hecho, yo lo he leído casi del tirón y me ha encantado. Tengo que reconocer que las páginas en las que se hace referencia a la menopausia las he leído en diagonal, pero sentía curiosidad por saber de qué iba el tema desde el punto de vista psicológico existencial. Y me ha encantado. Los asuntos que trata son tan cercanos, tan reales, que a veces tienes la sensación de estar ante obviedades, pero que nunca se te había ocurrido pensar. Te hago una relación de ellos.
- Llegar a la mitad. Saber desasirse de los hijos. Acompañar a los padres.
- Cuidar el cuerpo. Celebrar la belleza. Descubrir las fuerzas.
- Atreverse a cambiar. Reconocer los límites. Envejecer.
- Tener experiencias de vida. Atravesar desiertos. Regar jardines.
- Valorar las relaciones. Cuidar la pareja. Fortalecer las amistades.
- Buscar lo propio. Aprender a estar solo. Atreverse a partir de nuevo.
- Abrir nuevos horizontes. Ejercitar la serenidad. Encontrar quietud interior.
- Superar los miedos. Conocer la enfermedad. Saborear la felicidad.
- Aceptar que somos perecederos. Aceptar nuestros límites. Despedirse.
- Descubrir la alegría de vivir. Encontrar la patria. Envejecer con valentía.
Como ves, toca todos los palos. No se deja ninguno en el tintero.
Por otra parte, este libro conviene que lo leas con un lápiz en la mano. Te invito a que lo subrayes y escribas anotaciones al margen. De entre todas las que hemos hecho Cristina (a la que le ha entusiasmado el libro) y yo quisiera destacar algunas. Son las siguientes:
Podría extraer muchas más, pero creo que es mejor que las descubras tú a solas con el libro. Solo me queda indicar que esta obra está escrita con una pluma prodigiosa, con un lenguaje cercano, directo, lleno de ejemplos de personas reales que te iluminan maravillosamente los temas. Sé que vivimos en un mundo que idolatra la juventud. Ahora que casi tengo cincuenta años, me doy cuenta de lo equivocada que está nuestra sociedad. Hace veinte años no tenía ni los conocimientos, madurez, experiencia, ni la paz interior que tengo ahora. Creo que ahora soy más "útil" a la sociedad que antes, porque tengo mucho más que aportar. Reconozco que mi escala de valores ha evolucionado conmigo y ahora soy más consciente de lo que es importante y de lo que es menos importante. Quizá por eso a las empresas les gusta más la gente joven: son más maleables.
En fin, libro recomendable de una autora ya conocida por estos lares. De hecho, Blanca Arregui nos la presentó en un comentario que hizo de un libro de esta autora: Madres de la Biblia (ver aquí), que es una maravilla también. Espero que la lectura de En la mitad de la vida te ayude en el camino de la vida tanto como el otro. Hasta la próxima.
Por lo menos en España, existe una tradición en los estudiantes de universidad de hacer un viaje a mitad de carrera: es el llamado "paso del ecuador". Y los ves a todos tan contentos porque "ya me falta menos para terminar que el tiempo que ha pasado desde que empecé". Sin embargo, en la vida no es así. En primer lugar porque no sabemos cuánto tiempo vamos a durar, con lo que es prácticamente imposible saber cuándo se ha cruzado el "ecuador". En segundo lugar, porque conozco a gente que celetra sus 40 o 50 años de una forma especial, pero nunca a nadie que haya celebrado la mitad de su vida (¡sería deprimente!).
En el caso de Margot Kässmann, la autora del libro que estamos presentando, la historia es bien distinta. Con su permiso diré que cumplió 50 años en el año 2008, pero la idea de escribirlo la venía barruntando desde hacía tiempo. Divorciada, con cuatro hijas, luchando contra un cáncer de mama que se lo diagnosticaron así, de repente, y presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélico-Luterana de Hannover (Alemania), los cincuenta le cayeron como un aldabonazo, pero para ella fue ocasión de meditar y de profundizar en el sentido de "la mitad de la vida". De ahí surge este libro. Su idea inicial, sin embargo, ya le llega desde 2002, cuando dio una conferencia en Aguisgrán en un congreso de psicoterapia. Según dice ella misma, tuvo que hacerlo después de que hablara una socióloga y un psicoterapeuta. Fue entonces cuando intentó desarrollar este tema desde una perspectiva cristiana, como teóloga. Gustó tanto su intervención que se animó a profundizar en el asunto. El libro es el resultado de sus reflexiones durante este tiempo.
Como ella misma dice, este es un libro dedicado especialmente a las mujeres, sean madres o no. Trata de mujeres en diferentes situaciones vitales que, al llegar a los cincuenta, reflexionan sobre la mitad de la vida. Pero ¡ojo! Que esté dedicado especialmente a ellas no quiere decir que sea exclusivamente a ellas. De hecho, yo lo he leído casi del tirón y me ha encantado. Tengo que reconocer que las páginas en las que se hace referencia a la menopausia las he leído en diagonal, pero sentía curiosidad por saber de qué iba el tema desde el punto de vista psicológico existencial. Y me ha encantado. Los asuntos que trata son tan cercanos, tan reales, que a veces tienes la sensación de estar ante obviedades, pero que nunca se te había ocurrido pensar. Te hago una relación de ellos.
- Llegar a la mitad. Saber desasirse de los hijos. Acompañar a los padres.
- Cuidar el cuerpo. Celebrar la belleza. Descubrir las fuerzas.
- Atreverse a cambiar. Reconocer los límites. Envejecer.
- Tener experiencias de vida. Atravesar desiertos. Regar jardines.
- Valorar las relaciones. Cuidar la pareja. Fortalecer las amistades.
- Buscar lo propio. Aprender a estar solo. Atreverse a partir de nuevo.
- Abrir nuevos horizontes. Ejercitar la serenidad. Encontrar quietud interior.
- Superar los miedos. Conocer la enfermedad. Saborear la felicidad.
- Aceptar que somos perecederos. Aceptar nuestros límites. Despedirse.
- Descubrir la alegría de vivir. Encontrar la patria. Envejecer con valentía.
Como ves, toca todos los palos. No se deja ninguno en el tintero.
Por otra parte, este libro conviene que lo leas con un lápiz en la mano. Te invito a que lo subrayes y escribas anotaciones al margen. De entre todas las que hemos hecho Cristina (a la que le ha entusiasmado el libro) y yo quisiera destacar algunas. Son las siguientes:
"Pero ¿qué es vivir? ¿Hacer lo que uno quiere? Eso es lo que uno cree cuando es joven. Vivir significa siempre hacer lo que hay que hacer. Creo que casi es indiferente lo que hagamos. Lo único que importa es la intensidad con que lo hagamos" (pág. 58).
"La sabiduría comienza cuando pensamos que tenemos que morir" (pág. 68).
"Quien no conoce la enfermedad y el miedo habla de la vida como quien habla del mundo sin haber viajado nunca. Conocemos la profundidad de la vida a fuerza de rupturas y crisis" (pág. 141).
Margot Kässmann |
En fin, libro recomendable de una autora ya conocida por estos lares. De hecho, Blanca Arregui nos la presentó en un comentario que hizo de un libro de esta autora: Madres de la Biblia (ver aquí), que es una maravilla también. Espero que la lectura de En la mitad de la vida te ayude en el camino de la vida tanto como el otro. Hasta la próxima.
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