martes, 22 de julio de 2014

Eduardo Galeano: Bocas del tiempo - Texto: Los indios ishir

Este texto que hoy os presento puede ser una buena excusa para plantearnos ciertas cuestiones: ¿Cómo es posible que haya tanta disparidad de opiniones sobre un mismo tema? ¿Es posible que en algún momento dos personas puedan ponerse de acuerdo sobre un asunto dejando atrás prejuicios, ideas preconcebidas, etc.? ¿Por qué damos por supuestas cosas tan básicas como de qué forma cada uno ve el mundo? ¿Existe una verdad objetiva más allá de como cada uno de nosotros lo percibimos? El debate está servido.

"En algún lugar del tiempo, más allá del tiempo, el mundo era gris. Gracias a los indios ishir, que robaron los colores a los dioses, ahora el mundo resplandece; y los colores del mundo arden en los ojos de quienes los miran.
Ticio Escobar acompañó a un equipo de la televisión que viajó al Chaco, desde muy lejos, para filmar escenas de la vida cotidiana de los ishir.
Una niña indígena perseguía al director del equipo, silenciosa sombra pegada a su cuerpo, y lo miraba fijo a la cara, muy de cerca, como queriendo meterse en sus raros ojos azules.
El director recurrió a los buenos oficios de Ticio, que conocía a la niña y entendía su lengua. Ella confesó:
-Yo quiero saber de qué color ve usted las cosas.
-Del mismo que tú, sonrió el director.
-¿Y cómo sabe usted de qué color veo yo las cosas?".

Eduardo Galeano: Bocas del tiempo. Siglo XXI, Buenos Aires, 2010, pág. 56.


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