Pérez Álvarez, José Luis: Sendas de vida con los jóvenes. PPC, Madrid, 2012. 264 páginas. Comentario realizado por José Fernando Juan Santos.
José Luis Pérez es fundador de las comunidades ADSIS y lleva en su «ADN» la preocupación y reflexión sobre los jóvenes. De ahí sus diversas publicaciones escritas en los últimos años con mucho sentido práctico y orientación claramente positiva. En concreto, este libro ofrece una verdadera fundamentación pastoral en donde se respira la llamada constante a la pedagogía, a lo educativo, en definitiva, a comprender quién es el verdadero sujeto evangelizador. A lo que debe añadírsele que cada joven, con sus generalidades, es un mundo. Muy presente, igualmente, resulta su idea de camino, de itinerario y de proceso. No se trata con ello de organizar diferentes «cursos» y hacer de la catequesis una «pseudoescuela», sino más bien ir a la profundidad atendiendo al corazón. De hecho hay dos capítulos en la obra dedicados a recuperar este sentido —no pocas veces empleado con cierta frivolidad o para salir de paso—. Se une, así, la necesidad de liberación que experimentan los jóvenes y su capacidad de encuentro. El corazón, lejos de ser un reducto personal que parece justificarlo todo, se plantea como sede y núcleo de uno mismo por descubrir, por atender, por cuidar. Una pastoral, por tanto, que atiende a lo más humano, a la persona, y busca abrirla a la fe en su sed de trascendencia.
En capítulos sucesivos, se pone énfasis en cuidar las vivencias de estos jóvenes. No trata tanto sobre cómo facilitar experiencias, sino cómo trabajar con ellos su propia vida, su historia, junto con los acontecimientos que suceden en ella y reclaman una cierta explicación y comprensión. Ahí vuelve el acento pedagógico, muy personalizado. Los últimos capítulos retoman dos grandes categorías del sujeto cristiano adulto: la integración en la comunidad, lugar preferente del encuentro y vida cristiana, y la opción como vocación y servicio.
En resumidas cuentas, un libro que parte de las experiencias con jóvenes y del espíritu del Concilio Vaticano II. Reconociendo luces y sombras, esta obra busca poner el acento determinante de la evangelización y anuncio en la búsqueda de un itinerario pedagógico de la fe que nazca en el corazón de todo joven y le lleve a encontrarse con Cristo en su vida y en la Iglesia.