González-Carvajal, Luis: El Padrenuestro explicado con sencillez. Sal Terrae, Santander, 2009. 144 páginas. Comentario realizado por José María de Vera.
En las prisas que nos ha impuesto la vida contemporánea no es raro encontrar libros de bolsillo de pocas páginas (cómo aprender a… cómo cuidar de…) y, con frecuencia, de pocas ideas (¡también hay libros de muchas páginas y pocas ideas!). Lo raro, por difícil, es encontrar una publicación de pocas páginas pero rico de contenido. El Padrenuestro explicado con sencillez tiene un lugar de honor entre esos «raros» libros. Y sería un lamentable error descartar este libro sobre el Padrenuestro porque invoca la sencillez («lo que carece de artificio», define la Real Academia de la Lengua) en la misma portada. Lo invoca Luis González–Carvajal, y lo cumple con una rara habilidad para unir claridad, brevedad e interés. Porque dado un mínimo de inclinación a cultivar la vida cristiana, el autor de este libro ofrece consideraciones importantes, servidas con brevedad y amenidad.
De las dos versiones del Padrenuestro, «la única oración que nos enseñó Jesús», en Mateo y Lucas, el autor nos señala las diferencias, y las razones por las que la Iglesia ha elegido la versión de Mateo que es un poco más larga que la de Lucas (p. 25). La divergencia de opiniones entre los expertos se extiende, por ejemplo, a una de las peticiones de la segunda parte; «danos hoy nuestro pan de cada día»: ¿de cada día o el pan «de mañana»? En cinco líneas (p. 85) el autor nos informa de las dos legítimas interpretaciones del texto y, citando el original, se decanta por la primera opción. Naturalmente, la opción añade un matiz peculiar a nuestra oración.