Pérez Pérez, Pedro: Paisajes del camino interior. Hacia una interioridad gozosa y fecunda. PPC, Madrid, 2019. 160 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
No es de extrañar que una persona que ha nacido en Carrión de los Condes (Palencia) hable del camino. Supongo que ver pasar por la puerta de casa a peregrinos de todas las partes del mundo haciendo el Camino de Santiago le hace entender a uno que la vida es un camino. Y, además, que cada persona tiene que recorrer su propio camino, que no hay dos iguales.
Pedro Pérez ha entendido así su vida y toda la tarea realizada en ella. Una vida entregada a la educación, tanto en el colegio como en la universidad, tanto en España como fuera de ella.
De esta forma, nos encontramos ante un libro que nos habla de cuestiones centrales en nuestra vida, pues surge de la experiencia, de la reflexión y de la meditación. Un libro que recoge buena parte del pensamiento del autor y de lo más central que puede haber en él. Profesor de filosofía, ha entendido que lo más importante pasa por el camino interior, y que hoy cobra más fuerza apostar por ello, dado que vivimos en una sociedad (a la que Bauman califica como líquida) que nos dispersa y nos lleva a vivir en la epidermis de la existencia, dado su carácter cambiante e imprevisible.
Haciendo referencia a José Luis Pérez Álvarez, Pedro Pérez dice que "hemos de apostar por una cultura de la interioridad. Una cultura que recupere al hombre interior y su capacidad para reflexionar, discernir, amar y optar en libertad personal y en solidaridad comprometida. Apostar por una cultura de la interioridad no significa intimismo ni marginación insolidaria. Todo lo contrario. Solo la persona entrañable será capaz de asumir respuestas y compromisos". Porque, de verdad, ¿es posible vivir en plenitud de otra forma?
Pedro Pérez, pues, nos ofrece en este libro un itinerario para contemplar distintos "paisajes" del camino interior, itinerario que está marcado por dos etapas o partes:
La primera parte, dice el autor (pág. 13), con el título Invitación a hacer el camino, es una reflexión sobre temas estrechamente ligados al crecimiento interior y al cultivo de la interioridad. Son nueve cuestiones en total y nos hablan de "habitarse a sí mismo", de la "conciencia plena", de la "alegría", de "crecer como persona", de la "felicidad", el "silencio y la palabra". Termina esta parte con una "invitación desde la poesía" a hacer el camino, porque "si aprendes a vivir en armonía con tu ser, con Dios y con el mundo, tu vida será siempre nueva y feliz y, además, una suerte para todos".
La segunda, Los paisajes del camino interior, ofrece ejemplos para la práctica de la relajación y la meditación; van precedidos de una orientación metodológica. Los "paisajes" que ofrece la andadura de este camino, bien contemplados y dedicándoles el tiempo debido, nos ayudarán a desarrollar una interioridad "gozosa y fecunda". Es decir, a descubrir formas de escucha interior, a fomentar la capacidad de atender cada instante, a experimentar la realidad trascendente que abarca al ser humano y a percibir la vida desde lo más profundo.
No es poca cosa lo que se plantea Pedro Pérez en este libro. De hecho, este itinerario que propone es útil y práctico para realizarlo individualmente o en grupo. También para llevarlo al aula. En la práctica, está muy en la línea con lo que están haciendo muchos colegios cristianos para completar la formación de sus alumnos. La interioridad como paradigma educativo y como oportunidad se vislumbra ya como una realidad en muchos centros. Pedro Pérez, aunque el libro haya salido hace poco, se adelantó en la práctica cotidiana de sus clases a muchos planteamientos teóricos que han surgido sobre la interioridad. Así lo pone de manifiesto Pedro Gutiérrez Recacha, antiguo alumno de Pedro Pérez, en el prólogo. Emociona comprobar cómo su recuerdo se fundamenta en el hecho de que sus clases le posibilitaran ser mejor persona. Yo espero, y confío, que la lectura de este libro te haga a ti también, querido lector, mejor persona. Gracias, Pedro Pérez, por esta joya tan real y tan práctica.
Pedro Pérez ha entendido así su vida y toda la tarea realizada en ella. Una vida entregada a la educación, tanto en el colegio como en la universidad, tanto en España como fuera de ella.
De esta forma, nos encontramos ante un libro que nos habla de cuestiones centrales en nuestra vida, pues surge de la experiencia, de la reflexión y de la meditación. Un libro que recoge buena parte del pensamiento del autor y de lo más central que puede haber en él. Profesor de filosofía, ha entendido que lo más importante pasa por el camino interior, y que hoy cobra más fuerza apostar por ello, dado que vivimos en una sociedad (a la que Bauman califica como líquida) que nos dispersa y nos lleva a vivir en la epidermis de la existencia, dado su carácter cambiante e imprevisible.
Haciendo referencia a José Luis Pérez Álvarez, Pedro Pérez dice que "hemos de apostar por una cultura de la interioridad. Una cultura que recupere al hombre interior y su capacidad para reflexionar, discernir, amar y optar en libertad personal y en solidaridad comprometida. Apostar por una cultura de la interioridad no significa intimismo ni marginación insolidaria. Todo lo contrario. Solo la persona entrañable será capaz de asumir respuestas y compromisos". Porque, de verdad, ¿es posible vivir en plenitud de otra forma?
Pedro Pérez, pues, nos ofrece en este libro un itinerario para contemplar distintos "paisajes" del camino interior, itinerario que está marcado por dos etapas o partes:
La primera parte, dice el autor (pág. 13), con el título Invitación a hacer el camino, es una reflexión sobre temas estrechamente ligados al crecimiento interior y al cultivo de la interioridad. Son nueve cuestiones en total y nos hablan de "habitarse a sí mismo", de la "conciencia plena", de la "alegría", de "crecer como persona", de la "felicidad", el "silencio y la palabra". Termina esta parte con una "invitación desde la poesía" a hacer el camino, porque "si aprendes a vivir en armonía con tu ser, con Dios y con el mundo, tu vida será siempre nueva y feliz y, además, una suerte para todos".
La segunda, Los paisajes del camino interior, ofrece ejemplos para la práctica de la relajación y la meditación; van precedidos de una orientación metodológica. Los "paisajes" que ofrece la andadura de este camino, bien contemplados y dedicándoles el tiempo debido, nos ayudarán a desarrollar una interioridad "gozosa y fecunda". Es decir, a descubrir formas de escucha interior, a fomentar la capacidad de atender cada instante, a experimentar la realidad trascendente que abarca al ser humano y a percibir la vida desde lo más profundo.
No es poca cosa lo que se plantea Pedro Pérez en este libro. De hecho, este itinerario que propone es útil y práctico para realizarlo individualmente o en grupo. También para llevarlo al aula. En la práctica, está muy en la línea con lo que están haciendo muchos colegios cristianos para completar la formación de sus alumnos. La interioridad como paradigma educativo y como oportunidad se vislumbra ya como una realidad en muchos centros. Pedro Pérez, aunque el libro haya salido hace poco, se adelantó en la práctica cotidiana de sus clases a muchos planteamientos teóricos que han surgido sobre la interioridad. Así lo pone de manifiesto Pedro Gutiérrez Recacha, antiguo alumno de Pedro Pérez, en el prólogo. Emociona comprobar cómo su recuerdo se fundamenta en el hecho de que sus clases le posibilitaran ser mejor persona. Yo espero, y confío, que la lectura de este libro te haga a ti también, querido lector, mejor persona. Gracias, Pedro Pérez, por esta joya tan real y tan práctica.
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