Bernal Llorente, José Manuel: Eulogía y eucaristía. Policromía de sentimientos en el alma del orante. Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 2019. 130 páginas. Comentario realizado por Paula Aguadero Ruiz.
“La celebración de la Eucaristía nos sumerge en un mar de sentimientos y de alabanzas espirituales” (p. 10). Así comienza Bernal su libro, mostrándose próximo al orante normal y corriente, al que va todos los domingos a Misa a escuchar la Palabra, como es lo común en los libros que ha escrito este catalán. Eulogía y eucaristía son dos términos que derivan del griego y se complementan. Como explica Bernal, se traducen por “bendición” y por “acción de gracias” respectivamente. Son el centro del discurso del autor, que en todo momento se muestra cercano y amable con el lector, principalmente destinado al público más joven, al que se inicia en este bello camino. Los sentimientos y las emociones, aunque también las acciones, que nos suscita esta fiesta dedicada a Nuestro Señor, son de variedad. Bernal detecta concretamente diecisiete, dedicando a cada uno un capítulo en este breve pero interesante libro. También hay que decir que son pasos que seguimos en cada celebración eucarística, pero creo que no somos conscientes de la envergadura de un evento de este calibre.
Por ello, es un libro que sirve tanto para la meditación como para la oración. También hay que destacar su dedicatoria a Gerardo Cuadro, obispo y arquitecto riojano, al que también hay que agradecer su propuesta. Somos bendecidos, damos gracias, recibimos el anuncio profético… Pero también pedimos perdón. Son actos con muchos años de historia y que Bernal sintetiza a la perfección. Por ello, aun sin ser un manual de estudio, resulta de interés la lectura de este pequeño gran libro. Pequeño por su extensión, pero grande por su valor. Considero, asimismo, que este tratado resulta fácil de leer y cercano, tanto a los creyentes como a los no creyentes, puesto que puede servir tanto de recopilación, como de introducción, pero también de actualización. El objetivo del libro, indudablemente, es el de presentar un carácter polifacético de la oración, de donde surge el subtítulo de policromía de sentimientos. El libro de Bernal es, precisamente por ese mismo motivo, altamente divulgativo, que, en ningún momento pone a prueba la paciencia del lector. (Cf. p. 28). Supone una manera de alabar a Dios y darle gracias. Un Dios que, como explica y define el autor, “no es un Dios lejano, [ni] estático, [ni] dormido en la inmensidad de su altísimo cielo [ni] despreocupado de los hombres” (p. 41).
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