Mailhiot, Gilles-Dominique: El libro de los salmos. Rezar a Dios con palabras de Dios. San Pablo, Madrid, 2005. 296 páginas. Comentario realizado por José Fernando Juan Santos.
La experiencia poéticamente transmitida en los salmos es eje vertebral de muchos cristianos hoy, no sólo religiosos o sacerdotes, sino de laicos. Este profesor de universidad aporta, en el amplio mundo de los salmos, una nueva publicación, acertada en su esquema y sencillez.
Aunque no es un comentario salmo por salmo, sino sobre «el libro de los salmos» y su importancia en la espiritualidad y la configuración de la oración con Dios, se detiene en bloques temáticos y en análisis de los sentimientos centrales que algunos de ellos despiertan. Además, le da un enfoque neo-testamentario que aporta, desde la persona de Jesucristo y su experiencia con el Padre, el sentido profundo que tiene como «Palabra de Dios revelada y hecha carne».
Esta publicación está dividida en ocho capítulos: la oración con los salmos, el grito teologal de los salmistas, la subida hacia Jerusalén, la alabanza y la súplica, los salmos de confianza y acción de gracias, los salmos de aire sapiencial o de meditación, la esperanza de los salmistas, y el salmo de la pobreza de María. Con esta estructura aborda la temática de los salmos en sus diferentes aspectos resaltando el contenido histórico y el origen del canto en concreto, y ofrece una visión espiritual y pastoral.
Su conocimiento de las lenguas propias de la Biblia le permite un análisis de las formas y expresiones más habituales de los redactores, así como adentrarse y escudriñar los secretos en el conjunto de la experiencia histórica de la Promesa. La profundidad con que se aproxima tanto a los sentimientos religiosos básicos (confianza, súplica, perdón, admiración, glorificación...) como a las concreciones históricas, no hacen que la lectura pierda en frescura y agilidad. Una de las claves para ello es no cerrarse sólo en el libro concreto, sino abrirlo al Nuevo Testamento, con continuas referencias a la vida de Jesús y de las primeras comunidades y a la oración de la tradición.
Además de lo dicho, hace continua proyección al modo en que los salmos interpretan el proceso espiritual cristiano en sus diferentes momentos. Esto permite una lectura global y una interpretación mutua de las diferentes partes de los salmos.
Por otro lado, la misma estructura del libro no permite encontrar, por falta de un índice riguroso, un salmo en concreto, aunque esté comentado, y se hace difícil su manejo pastoral. Además los comentarios, en los que se hace referencia continua al texto, requieren un contacto asiduo con el libro de los salmos. Esto último supone que los destinatarios son aquellos que durante un tiempo han tenido relación orante con ellos o personas que preparen una formación global sobre la literatura lírica bíblica, pero no para los que están iniciándose en ellos.
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