Guénard, Tim: Más fuerte que el odio. Gedisa, Barcelona, 2006 (original de 1999). Colección «Resiliencia/Testimonios». 284 páginas. Traducción de Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar. Comentario realizado por Javier García Alves.
Javier García Alves, gran amigo mío, es filólogo y traductor. Antes de afincarse en Luxemburgo, residió en otros países (Holanda, España, Inglaterra...). Sus intereses abarcan desde el multilingüismo, la interculturalidad/transculturalidad y el diálogo interconfesional a las relaciones internacionales, la cooperación al desarrollo y los derechos humanos. Desde aquí le quiero agradecer su contribución a este blog con el comentario de este libro que, en mi caso, me ha ayudado a entender qué es la resiliencia, el amor y el perdón.
Aunque
gran parte de mi existencia ha discurrido en un país de habla francesa, y en
ambientes que hubieran podido propiciar un encuentro con el autor en alguno de
sus desplazamientos, no he tenido ocasión de conocerlo personalmente. Sin
embargo, el encuentro con su obra en mi caso sin duda era inevitable, ya que la
vida ha puesto en mi camino el ejemplo de muchos de estos «héroes de la
resiliencia».
Por
ello, es un privilegio para mí el poder embarcar hoy a los seguidores de este
blog en una pequeña travesía capitaneada por alguien que, tras capear en su
vida un sinfín de temporales y naufragios, ha logrado salir a flote «más fuerte
que el odio». La gran lección que nos da Tim Guénard es que las heridas del ser
humano, por muy profundas que sean, no solo pueden curarse sino que configuran
la mejor tarjeta de presentación a la hora de entregarse a los demás.
Philippe Guénard, más conocido como Tim Guénard, nace en 1958. Con tan solo tres años es abandonado por su madre atado a un poste de la electricidad, tras lo cual es confiado a los cuidados de su padre, quien no consigue superar el trauma de la marcha de su mujer y, bajo los efectos de la ira y del alcohol, descarga su frustración en el pequeño. A los cinco años, después de recibir una paliza particularmente violenta de su progenitor, Tim acaba en el hospital. Sus múltiples fracturas le mantendrán encamado durante dos años y medio, sin recibir visita ni noticia alguna de su familia.
Philippe Guénard, más conocido como Tim Guénard, nace en 1958. Con tan solo tres años es abandonado por su madre atado a un poste de la electricidad, tras lo cual es confiado a los cuidados de su padre, quien no consigue superar el trauma de la marcha de su mujer y, bajo los efectos de la ira y del alcohol, descarga su frustración en el pequeño. A los cinco años, después de recibir una paliza particularmente violenta de su progenitor, Tim acaba en el hospital. Sus múltiples fracturas le mantendrán encamado durante dos años y medio, sin recibir visita ni noticia alguna de su familia.
Esta sucesión
de experiencias devastadoras parece demasiado truculenta para haber sido
vivida. Sin embargo, son rigurosamente ciertas y, por desgracia, no son más que
el principio de una larga serie, narrada por su protagonista en primera persona
en el libro Plus fort que la haine (Más
fuerte que el odio), publicado en Francia en 1999, que se convirtió rápidamente
en un éxito de ventas y ha sido traducido a 12 idiomas.
El
libro se inicia con una declaración estremecedora: «Mi vida está tan magullada
como mi cara. Solo en la nariz tengo 27 fracturas. De ellas, 23 provienen del
boxeo, y cuatro de mi padre. Los golpes más violentos los he recibido de quien
debería haberme tomado de la mano y decirme "te quiero". Era iroqués (tribu india de Norteamérica).
Cuando mi madre le abandonó, el veneno del alcohol le volvió loco. Me dio
palizas de muerte antes de que la vida prosiguiese el juego de la masacre. He
sobrevivido gracias a tres sueños: lograr que me expulsaran del correccional en
el que me habían ingresado –una hazaña nunca consumada hasta entonces–;
convertirme en jefe de pandilla; matar a mi padre. He realizado estos sueños.
Excepto el tercero. Faltó el canto de un duro...»
Tim Guénard |
En el
prólogo a otro de los libros escritos posteriormente por Tim Guénard, Boris
Cyrulnik, conocido neuropsiquiatra francés y uno de los padres de las teorías
sobre la resiliencia (la capacidad de
los individuos de sobreponerse a la adversidad), se pregunta: «¿Cómo es posible
que este niño de la calle, abandonado, maltratado y pendenciero se haya
convertido en un adulto tan ansioso de dar y de amar?» (Tagueurs d'espérance, 2002). Esta misma pregunta es la que nos hacemos
todos en cuanto iniciamos la lectura del relato autobiográfico de Tim Guénard y
la que, en definitiva, nos anima a seguir leyendo pese al desgarro que nos
produce tanto desamor.
El punto de inflexión en la vida de Tim lo propician
diversos hechos providenciales: en primer lugar, tropieza con una juez que es
capaz de ver más allá de la fachada de matón del joven que tiene delante y le
da una oportunidad enviándolo a formarse como escultor. Al mismo tiempo, la
afición que le toma al boxeo le brinda una válvula de escape para su
agresividad. Por esta época descubre también, de forma casual, la Comunidad del
Arca, fundada por Jean Vanier para acoger a personas con una discapacidad física o psíquica. Por último,
el encuentro con Thomas Philippe, dominico y cofundador del Arca, lo lleva a
emprender un camino de conversión personal. Gracias a esta combinación de
circunstancias favorables, Tim Guénard finalmente consigue descubrir un amor
«más fuerte que el odio», que le permite perdonar a su padre (y a su madre), superar
sus traumas infantiles y transformar la violencia que bulle en su interior en
entrega a los demás.
En la
actualidad, Tim Guénard es un hombre reconstruido (tanto física como
psíquicamente), casado y padre de cuatro hijos, y joven abuelo de otros tantos
nietos. En su granja, situada cerca de Lourdes en el Pirineo francés, alterna
la apicultura con la acogida de jóvenes con problemas. Al mismo tiempo se
dedica a dar charlas y conferencias, tanto en Francia como en otros países, en
las que aborda su trayectoria vital.
La azarosa
vida de Tim Guénard, además de haber quedado recogida en la obra autobiográfica
reseñada más arriba, ha sido objeto de otros libros y documentales, de los que se
ofrece a continuación una lista no exhaustiva. Cabe destacar que, en nuestro
país, su testimonio despertó hace unos años el interés del cineasta Juan Manuel
Cotelo. Sin embargo, cuando este se encontraba preparando el correspondiente
documental, se cruzó en su camino la figura del joven sacerdote Pablo Domínguez
Prieto, a quien dedicó su película La
última cima. Ahora Cotelo ha recuperado el proyecto sobre Tim Guénard incluyéndolo
en su serie testimonial Te puede pasar a
ti, en la que presenta casos de conversiones espectaculares en distintos
países.
Obras de/sobre Tim Guénard (en orden cronológico):
- Tim Guénard: Plus
fort que la haine (Más fuerte que el odio). (Ediciones francesas: Presses de la Renaissance, 1999 & J'ai lu,
2000. Colección «Littérature Générale». Edición española: Gedisa, 2006.
Colección «Resiliencia/Testimonios»).
- Michel Mangin: Tim Guénard. Histoire
d'un enfant perdu (Tim Guénard. Historia de un niño perdido). Documental (en francés) DVD 56 minutos (Serimage Films, 1999).
- Tim Guénard, Michel
de Williencourt, Véronique de Williencourt: Le pardon qui désenchaîne
(El perdón liberador). Éditions
du Livre Ouvert, 2002. Colección «Paroles de vie». (Sin
traducción al español).
- Tim Guénard: Tagueurs d'espérance (Grafiteros de la esperanza). Con prólogo de Boris
Cyrulnik (Presses de la Renaissance, 2002). (Sin traducción al español).
- Tim Guénard: Quand le murmure devient cri (Cuando el murmullo se convierte en grito). Éditions
de la Loupe,
2006. Colección «Récits». (Sin traducciön al español).
- Tim Guénard:
Prières glanées (Recopilación de oraciones). Presses de la Renaissance,
2006. (Sin traducción al español).
- Tim Guénard: Le combat de l'amour, l'amour pardonne (El combate del amor, el amor
perdona). Éditions du Livre Ouvert, 2010.
Colección «Paroles libres». (Sin traducción al español).
Que gran inspiración definitivamente lo que viví en mi niñez ,lo que hice después no es nada con lo que el paso, ahora en esta etapa de mi vida como el lo dice... supere mis traumas, perdone y me perdone.. transforme el odio y la oscuridad en la que habitaba en entrega y servicio a los demás solo me queda algo ... pero ya trabajo en ello. mil gracias por tu testimonio y mil gracias a ti por hablarme de el.
ResponderEliminarGracias a ti, Leymagioma. Muchas veces las dificultades de la vida se pueden convertir en ocasión para crecer como persona. Este es el camino de la resiliencia.
EliminarUn saludo,
Javier