Guillén, Antonio: Agradecer tanto bien recibido. Ejercicios de san Ignacio. Frontera-Hegian, Vitoria, 2006. 82 páginas. Comentario realizado por Blanca Arregui.
El P. Antonio Guillén es, por este orden, buena persona, jesuita y valenciano. Teólogo y economista, actualmente es el Instructor de Tercera Probación ("segundo noviciado") de la Compañía de Jesús en España. Enamorado de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio, y gran especialista en los mismos, si apuntara el número de veces que los ha dado a religiosos, sacerdotes y seglares, sería cientos… De él quisiera destacar su don para transmitir una imagen de Dios ancha, de un Dios liberador, siempre amor y perdón, comprensivo y compasivo, gratuidad desbordante. El libro que voy a comentar transmite esa imagen de Dios. De todo ello he disfrutado abundantemente porque tengo la fortuna de que sea gran amigo mío y de mi marido, además de nuestro acompañante espiritual desde que hicimos los Ejercicios en retiro de mes con él hace once años. Y es que es el tío Timo de mis hijos.
Es un libro sencillo, pero hondo, que va desgranando el
proceso ignaciano de Ejercicios con profundidad y con metáforas elocuentes que
nos lo actualizan. Cada uno de los seis capítulos corresponde con una de las
etapas del proceso de Ejercicios (las famosas cuatro Semanas del texto original
junto con los denominados Principio y Fundamento, así como la Contemplación para alcanzar Amor) y, al finalizar cada uno, en un recuadro, encontrarás varias
propuestas de textos evangélicos y
pautas para orar con ellos (16 en total).
Una última nota: actualmente es difícil poder hacer Ejercicios con el P. Guillén, como no seas jesuita o sacerdote, porque su actual servicio de formador le ha hecho restringir el número de tandas de Ejercicios que puede atender, pero si alguna vez tenéis ocasión, por favor, no perdáis el privilegio de ser acompañados por él en Ejercicios.
El P. Antonio Guillén es, por este orden, buena persona, jesuita y valenciano. Teólogo y economista, actualmente es el Instructor de Tercera Probación ("segundo noviciado") de la Compañía de Jesús en España. Enamorado de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio, y gran especialista en los mismos, si apuntara el número de veces que los ha dado a religiosos, sacerdotes y seglares, sería cientos… De él quisiera destacar su don para transmitir una imagen de Dios ancha, de un Dios liberador, siempre amor y perdón, comprensivo y compasivo, gratuidad desbordante. El libro que voy a comentar transmite esa imagen de Dios. De todo ello he disfrutado abundantemente porque tengo la fortuna de que sea gran amigo mío y de mi marido, además de nuestro acompañante espiritual desde que hicimos los Ejercicios en retiro de mes con él hace once años. Y es que es el tío Timo de mis hijos.
El libro que voy a comentar es un libro breve, lo han
llamado Cuaderno de Reflexión y Comunicación realmente, en el que el autor da
pautas para hacer unos Ejercicios Espirituales ignacianos de ocho días. Para
los que no los conocéis, los Ejercicios Espirituales propuestos por san Ignacio
de Loyola, en el siglo XVI, ofrecen un camino de oración y experiencia
espiritual, fundamentado en la búsqueda de la voluntad de Dios Padre para
nuestra vida. Camino que se recorre contemplando los misterios de la vida de
Jesús y pidiendo conocerlo e interiorizarlo. Hacer Ejercicios es aprender a
llenar nuestra existencia de sentido en Dios y abrirnos al Señor que desea
dársenos, siendo tan actuales en el siglo XXI, como lo fueron en el pasado. San
Ignacio esperaba, y esa era su experiencia, que la persona (ejercitante) que
los hiciera diera gran fruto apostólico. En la presentación del libro el autor
os explica, mucho mejor que yo, lo que son los Ejercicios Espirituales
ignacianos.
En todo caso, hemos de decir que el lenguaje del libro de san Ignacio es un lenguaje antiguo que a veces resulta difícil para el hombre o
mujer de hoy día. Por eso, el libro de Antonio Guillén, tan actual y tan
ignaciano a la vez, es una joyita.
Por la mencionada amistad, tuve el privilegio de seguir de
cerca la creación de este libro y puedo dar fe de la ilusión, de la dedicación,
de la gran motivación con que el autor afrontó la tarea. Por eso sé que, tan
importante como el contenido, es el título del libro: "Agradecer tanto
bien recibido". Para el autor, no se puede entender la espiritualidad
ignaciana si no es desde la óptica del agradecimiento a Dios que nos ha colmado
de sus dones. Ese es el hilo conductor del libro: don de haber sido creados
como criaturas amadas por su Creador; don de encarnación de un Dios que decide
compartir con nosotros las alegrías y las penas, todas las experiencias más
humanas; don de redención, de amor que no se debilita en los viernes santos de
la vida, que acompaña el dolor y padece con nosotros; don de resurrección que nos
enseña a gozar y a celebrar, a restaurarnos y a formar comunidad. Para el P.
Guillén, Dios es el Regalador, en una expresión muy suya.
He de decir que este es un libro muy práctico. Podemos utilizarlo
tanto para un retiro de algunos días, como de lectura y soporte para la oración diaria de una temporada. También podemos llevarlo cuando vayamos a hacer
Ejercicios con otro ejercitador y utilizarlo como apoyo en los momentos en que
estemos despistados o como lectura espiritual para esos días. Por supuesto, es
posible utilizarlo para hacer los Ejercicios sin acompañante, pero yo no lo
recomiendo, y creo que el autor tampoco, pues uno de los pilares de la
experiencia de Ejercicios ignacianos es la figura de la persona que los da y
acompaña el proceso.
En el centro de la imagen, Antonio Guillén en la Casa de Ejercicios de Montealina (Madrid). |
Al leerlo y, sobre todo si lo utilizas para orar, podrás
sumergirte y superar muchos de los prejuicios que tenemos sobre la Iglesia o el
cristianismo; descubrir nuevas maneras de afrontar el dolor o el problema del
mal en el mundo; conocer mejor y personalmente a Jesucristo, su forma de actuar
y de relacionarse con Dios Padre; curar heridas psicológicas y aprender a amar
un poco más.
No sé si se ha vuelto a reeditar o si está agotado en las
librerías, pero espero que podáis encontrarlo, leerlo y utilizarlo para
comunicaros con Dios, como un amigo habla con otro, despertando y alimentando
al orante que cada uno de nosotros encierra.
Al P. Antonio Guillén le pido, desde este blog, que se anime
a escribir un segundo libro sobre los Ejercicios que pueda hacer tanto bien
como el primero.
Una última nota: actualmente es difícil poder hacer Ejercicios con el P. Guillén, como no seas jesuita o sacerdote, porque su actual servicio de formador le ha hecho restringir el número de tandas de Ejercicios que puede atender, pero si alguna vez tenéis ocasión, por favor, no perdáis el privilegio de ser acompañados por él en Ejercicios.
Buenos días. Pues conocí bien al Padre Antonio Guillén En Fontilles donde estuve 2 meses como voluntaria. Me ayudo muchísimo. Un hombre no solamente bueno pero con un sentido de la amistad y generosidad muy grandes. Su sonrisa nos queda para siempre.
ResponderEliminarBuenos días, Ana. Sí, lamentablemente murió hace ya un año y medio. Era un referente para muchas personas por su humanidad y su sentido espiritual del encuentro con Dios. Especialista en Ejercicios Espirituales, se pasó la vida haciendo el bien. Porque, por encima de todo, era una persona buena. Íntegra. De una sola pieza.
EliminarUn saludo cordial
Hola. ¿Podría conseguir este libro?
ResponderEliminarBuenas tardes, anónimo amigo. Me temo que está complicado adquirir este libro. Te aconsejo que te metas en el mercado de segunda mano, porque no creo que se pueda comprar en librerías especializadas. Siempre te queda el recurso de una buena biblioteca (Comillas, San Dámaso, Salamanca, etc.). Un saludo
Eliminar