Cabrera, José: CSI: Jesucristo. Anatomía de una ejecución. Atanor, Madrid, 2012. 170 páginas. Comentario realizado por Daniel Izuzquiza.
Ya el título indica que estamos ante una obra de divulgación popular, sin que por ello caiga en el sensacionalismo. El autor es un conocido psiquiatra y médico forense que se aproxima en este libro a las últimas horas de la vida de Jesús de Nazaret. Lo hace desde la perspectiva de la medicina forense y no desde la psiquiatría; es decir, considerando los aspectos físicos de la pasión y muerte, sin apenas entrar en las cuestiones anímicas o psicológicas de la misma.
Buena parte del libro se limita a recoger datos ya conocidos del escenario, los protagonistas y la cronología de los hechos (sin aportar apenas novedad y, de hecho, con algunas imprecisiones o inexactitudes). Más interesante y menos conocido resulta el análisis médico de la tortura y flagelación, la crucifixión y la muerte de Jesús. Concluye su autopsia indicando que la causa fundamental de la muerte fue un «fracaso orgánico general con shock hipovolémico», mientras que la causa inmediata fue una «parada cardiorrespiratoria por detención de los latidos cardíacos tras la grave pérdida de sangre previa y la ausencia de posibilidad respiratoria» (p. 158).
Una limitación importante de la obra consiste en las fuentes que emplea en su investigación: básicamente, los escritos del Nuevo Testamento y la Sábana Santa de Turín, en ocasiones empleadas de manera acrítica; la bibliografía es muy limitada y no siempre relevante. En resumen, un libro curioso, pero insatisfactorio.
Ya el título indica que estamos ante una obra de divulgación popular, sin que por ello caiga en el sensacionalismo. El autor es un conocido psiquiatra y médico forense que se aproxima en este libro a las últimas horas de la vida de Jesús de Nazaret. Lo hace desde la perspectiva de la medicina forense y no desde la psiquiatría; es decir, considerando los aspectos físicos de la pasión y muerte, sin apenas entrar en las cuestiones anímicas o psicológicas de la misma.
Buena parte del libro se limita a recoger datos ya conocidos del escenario, los protagonistas y la cronología de los hechos (sin aportar apenas novedad y, de hecho, con algunas imprecisiones o inexactitudes). Más interesante y menos conocido resulta el análisis médico de la tortura y flagelación, la crucifixión y la muerte de Jesús. Concluye su autopsia indicando que la causa fundamental de la muerte fue un «fracaso orgánico general con shock hipovolémico», mientras que la causa inmediata fue una «parada cardiorrespiratoria por detención de los latidos cardíacos tras la grave pérdida de sangre previa y la ausencia de posibilidad respiratoria» (p. 158).
Una limitación importante de la obra consiste en las fuentes que emplea en su investigación: básicamente, los escritos del Nuevo Testamento y la Sábana Santa de Turín, en ocasiones empleadas de manera acrítica; la bibliografía es muy limitada y no siempre relevante. En resumen, un libro curioso, pero insatisfactorio.