martes, 23 de febrero de 2021

Luis Antonio Tagle: Comunidad pascual. Por Ana Domínguez Ruiz de Huidobro

Tagle, Luis Antonio: Comunidad pascual. Herder, Barcelona, 2016. 141 páginas. Comentario realizado por Ana Domínguez Ruiz de Huidobro.

El cardenal Luis Antonio Tagle es un teólogo conocido por su gran preocupación por la globalización económica que nos ha llevado a un individualismo atroz que no hace sino separarnos unos de otros y deshumanizarnos. Asimismo está muy sensibilizado con la globalización de la cultura que ha propiciado la época actual de frustración, desilusión, intolerancia y violencia. Con Comunidad Pascual el autor quiere interpelar y hacernos reflexionar sobre el papel tan importante que juega la comunidad de fe cristiana como fuente de energía necesaria para convivir, tolerar y superarnos, en definitiva, para amar y vivir en plenitud. 

El libro comienza mostrándonos lo que es una comunidad como don del Espíritu. Lanza preguntas al lector, invitándonos a un proceso personal de interiorización. No podemos dejar de interrogarnos sobre nuestra decisión consciente de pertenecer a nuestra comunidad y sobre nuestro compromiso con ella y con sus miembros. Me atrevo a decir incluso que el crecimiento y maduración de la comunidad dependerá de nuestro imprescindible encuentro personal con el Resucitado. 

El hilo conductor es el modelo de comunidad que Jesús vino a mostrarnos a través de sus enseñanzas. Enseñanza recogida en el Evangelio y que debe ser el cimiento de toda comunidad. En mi opinión, es un libro para “gustar internamente” al modo ignaciano en tanto en cuanto nos ayuda a crecer y a profundizar en nuestro deseo de hallar a Dios y la paz interior.

Subyace en todo el texto la alegría y la pasión del autor al transmitir la Buena Noticia, y transmite a los lectores esa ilusión y esperanza. No nos dice cómo debe regirse una comunidad, ni lo que es lo bueno o malo para la misma. El autor da las pistas desde su experiencia personal a través de anécdotas, de ejemplos pastorales y de pasajes del Evangelio para entender la comunidad como medio que permita tener una visión esperanzadora del mundo. Además de esta visión, la comunidad tiene la misión de transmitir esperanza. Misión desde la diversidad. La diversidad como fuente de enriquecimiento de la propia comunidad sin perder de vista en todo momento que lo que le guíe sea la comunión de todos los miembros con la Iglesia. De esta manera la comunidad debe ayudar a ponernos en el camino que muestre que Dios sigue estando presente entre los hombres y las mujeres que andan por la Tierra. Dios como Principio y Fundamento y nosotros como testigos y transmisores de ese Amor.


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