Fernando Bueno Teomiro: Género, sexo e identidad. Por Marta Medina Balguerías

Bueno Teomiro, Fernando: Género, sexo e identidad. Menores transidos por la vulnerabilidad. San Pablo, Madrid, 2021. 284 páginas. Comentario realizado por Marta Medina Balguerías.

La cuestión de la identidad sexual, más en general, y de la disforia de género, en particular, suele abordarse de manera radicalizada en la sociedad actual (hacia uno u otro de los extremos), haciendo difícil el discernimiento sobre ella. En este libro tenemos un talante muy distinto: preocupado ante todo por la persona y su sufrimiento, también intenta analizar críticamente cuáles son las vías más adecuadas para ayudarla. 

Aunque el título pueda inducir a pensar que la obra trata sobre un análisis de lo que son el “género” y el “sexo” para la identidad personal, Fernando Bueno se centra en la situación de los menores que tienen disforia de género. No entra tanto en debates teóricos aún abiertos, sino que más bien intenta discernir moralmente cómo ayudar y acompañar a los menores que se encuentran en esta situación. Esto no impide que en determinadas ocasiones se muestre crítico hacia las ideas que analiza, siempre con un estilo abierto y dialogante. 

El enfoque del libro es interdisciplinar. Desde la medicina, la psicología, la ética, la filosofía o el derecho el autor pone sobre la mesa el estado de la cuestión y las preguntas abiertas y eleva a su vez muchos interrogantes para hacernos pensar. 

Si tuviésemos que resumir su propuesta con una palabra, esta sería “acompañar”. Para Bueno, lo verdaderamente central es acompañar a los menores, que están en un estado de vulnerabilidad debido a la situación de disforia y el sufrimiento que lleva consigo, pero también a la falta de madurez debida a su edad. En este acompañamiento debemos evitar proyectar demasiado rápido lo que los adultos queremos o tomar decisiones apresuradas que tengan consecuencias irreversibles. La obra rezuma apertura y diálogo, pero también prudencia. 

La cuestión de la vulnerabilidad y en relación con ella la noción de “autonomía” ocupan un lugar importante en el discurso y aportan una perspectiva muy interesante en relación con el tema que nos ocupa. Por ejemplo, aunque en todo momento el foco ha sido el desarrollo pleno del menor que se encuentra en una situación de sufrimiento, el autor no juzga que debamos apresurarnos a “quitar” sin más el dolor; en su opinión, puede ser un lugar de revelación y crecimiento si es debidamente acompañado. 

El libro es muy claro y en él se utilizan varios recursos pedagógicos que ayudan al lector a seguir la argumentación (cuadros explicativos, un resumen a través de ideas clave al final de cada capítulo, un pequeño texto que se aporta para reflexionar al concluir cada parte, etc.). Es de valorar que el autor sea capaz de brindar un conocimiento bien informado de una manera tan asequible para quienes no somos expertos en el tema. Su sensibilidad a la hora de entrar en diálogo con las diferentes propuestas es también uno de los puntos más atractivos del ensayo. Necesitamos más voces comprensivas y críticas a un tiempo que nos ayuden a discernir las cuestiones más candentes hoy, y esta es una de ellas.