miércoles, 20 de noviembre de 2024

Wolf Notker: Los mandamientos. Por Narciso Sunda

Notker, Wolf: Los mandamientos. Provocación y orientación para la vida. Sal Terrae, Santander, 2009. 176 páginas. Comentario realizado por Narciso Sunda.

En el prólogo de su libro, el abad primado de los benedictinos presenta los diez mandamientos como «un hogar en medio de la modernidad y de la post-modernidad, en medio del gran viaje de la humanidad» (p. 9). El libro encabeza los nueve capítulos sobre los mandamientos con una excelente historia del decálogo. Uno de los rasgos más característicos y valiosos del texto es su capacidad para mostrar la gran actualidad de las diez palabras. A lo largo de la historia, los mandamientos han vivido manipulaciones y buenas interpretaciones. Han liberado y dado vida a los hombres que los han interiorizado y vivido de corazón. Cuando han sido mal entendidos, han atado y limitado brutalmente a las personas, impidiendo un feliz desarrollo de su personalidad. 

El autor dedica un capítulo a cada mandamiento, juntando los últimos dos en uno solo. La forma de exponer el contenido del mandamiento ayuda al lector a hacer una interpretación adulta del precepto. Cada palabra de vida es conectada a un acontecimiento de gran actualidad (desde las caricaturas de Mahoma hasta el discurso en Ratisbona de Benedicto XVI, pasando por las relaciones entre ciencia y fe, etc.). De esta forma, el abad benedictino consigue explicar el sentido profundo de la Sagrada Escritura e iluminar algunos de los temas éticos y morales más controvertidos (eutanasia, divorcio, bioética, lucha contra el terrorismo, guerra justa, etc.). El rostro del Dios duro y cruel que manda sin misericordia desaparece delante de un Dios lleno de amor y ternura por los seres humanos. Los mandamientos se manifiestan como lo que son: palabras de vida que quieren ayudar a encontrar a Dios, preservar y difundir una vida verdadera. Ahondando el sentido que el texto tuvo en su contexto, el autor consigue, con acierto, ayudar al lector a entender el sentido profundo de cada mandamiento. Desde el cuarto mandamiento se hacen muy sugestivas las provocaciones sobre la vida relacional, una manera sana de ofrecer alternativas a un mundo individualista y narcisista. Una pequeña limitación del libro podrían constituirla algunos de los ejemplos no plenamente comprensibles a un público no alemán (Cf. pp. 73, 113, 135, 137s, 147s). 

El autor logra plenamente presentar los mandamientos como orientaciones sencillas, también hoy, absolutamente comprensibles y actuales (p. 164). Palabras que quieren ayudar al ser humano a canalizar sus impulsos, protegiendo al débil y permitiendo el florido desarrollo de la vida plena. Un camino que puede conducir al hombre moderno a sublimes formas de vivir en libertad. Mandamientos que, lejos de ser fórmulas mágicas, realizan la vida de los que los cumplen poniéndose totalmente en las manos de Dios.


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