Anselm Grün: La fuerza sanadora de las parábolas de Jesús. Por Marta Sánchez

Grün, Anselm: La fuerza sanadora de las parábolas de Jesús. Sal Terrae, Santander, 2011.  174 páginas. Comentario realizado por Marta Sánchez.

Anselm Grün nos vuelve a deleitar en esta obra al descubrirnos una nueva imagen de Jesús. Comienza diciendo: «Cuando abro la Biblia, Jesús me sale al encuentro de los Evangelios como terapeuta que cura a diversos enfermos». Este rostro de Jesús como médico es clásico dentro de la tradición cristiana. La novedad está en adecuarlo a los signos de los tiempos, y el autor lo consigue. 

El índice se divide en tres apartados: Los métodos terapéuticos de Jesús en las parábolas, en sus palabras y en los relatos de curación. En el primero, el autor aborda el sentido general de las curaciones. A pesar de la diferente actitud que tenga el lector, sus anhelos, preocupaciones, etc., la palabra de Jesús sana el fondo del alma humana. Por ejemplo, en el relato de los jornaleros de la viña (Mc 20,1-16), el administrador nos pone de manifiesto las actitudes egoístas que todos nosotros tenemos. Anselm Grün nos recuerda la interpretación que los padres de la Iglesia hacen de esta parábola. El denario es la plenitud del ser humano, y el mejor camino para ser uno mismo consiste en ser íntegro y coherente en la vida. Con esta parábola el cristiano avanza en el camino de la madurez y la vida espiritual. Dentro del segundo apartado, el autor nos enseña a descubrir la viveza o fuerza sanadora de las diferentes palabras de Jesús. Estas palabras son de cuatro tipos: kôan, metáforas, dichos desafiantes y principios alentadores. Los kôan son «anuncio público», según Martin Buber. Dentro de la tradición del budismo zen, estas palabras (kôan) obligan a dar un salto en el pensamiento a quienes las escucha; son palabras que llegan a lo más hondo de la existencia humana. También los principios alentadores de Jesús remueven al hombre y lo liberan de las reglas o normas que lo esclavizan. Un ejemplo: «dejad que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el reinado de Dios» (Lc 9,60). Si dejo que estas palabras resuenen en mi interior, Jesús me libera de mis relaciones petrificadas, y en Dios nuestro corazón se ensancha y experimenta una paz interior. Y, por último, en el tercer apartado, los métodos terapéuticos de Jesús son sintetizados por Lucas en tres palabras: tocar, curar y despedir. Este es el misterio del camino espiritual: hacer de lo ordinario algo extraordinario. Jesús hace que una persona vuelva estar sana y plena de vida. El que cura es Dios; Jesús enseña al hombre cómo ir abriendo ese espacio de confianza y proximidad en que muchas veces nos hemos creado una imagen falsa de Dios. Dios es Amor y habita en el hombre como Misterio. Cuando sentimos la presencia de este Amor sin límites ni condiciones, el hombre renueva su energía y es claro en su intención. 

En conclusión, un buen libro para comenzar un tiempo de meditación, de encuentro con Dios. De una forma clara y sencilla, Anselm Grün lee las parábolas de Jesús y nos ayuda a transformar las situaciones difíciles de nuestra vida y a sabernos mirados por Jesús. Él cambia nuestra vida y nos colma de verdadera esperanza.

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