Rossetti, Carlo Lorenzo: Gracia sobre gracia. Belleza y coherencia del cristianismo. Didaskalos, Madrid, 2021. 183 páginas. Traducción de Santiago Lillo. Comentario realizado por Fernando Chica Arellano.
El profesor Rossetti, autor de numerosos ensayos y monografías, algunas ya traducidas al castellano, sobre temas de teología trinitaria, eclesiología, antropología o ecumenismo, nos regala en este libro una pequeña suma o introducción a la fe cristiana. Se trata de una mirada simple, atrayente y unitaria a toda la doctrina católica, válida para “todos los públicos” sin dejar por ello de ser profunda y a la vez accesible. En realidad, el libro es una versión actualizada de un original publicado en italiano en el año 2010 (Grazia su grazia. Bellezza e coerenza del cristianesimo), que, entre tanto, ha sido también traducido a otras lenguas como albanés o portugués.
La obra se divide en dos grandes partes. En la primera se nos habla sobre la gratuidad de Dios y en la segunda sobre la gratitud humana, como respuesta a los dones y a la iniciativa de Dios. Siguiendo la historia de la salvación, la primera parte del libro recuerda los principales regalos de Dios. En primer lugar “La vida” (pp. 21-36), que es el primer don que recibimos, la primera generosidad de Dios para con nosotros. Rossetti nos habla en este capítulo del misterio del “Yo”, amado de Dios, y, también, del misterio de la iniquidad, el pecado. Ante el pecado se manifiesta una nueva generosidad de Dios: su paciencia y su misericordia. El segundo capítulo se refiere al don de la ley (“La ley del amor: el sentido de la vida”: pp. 37-48). Aquí aparece ya con toda su fuerza la revelación bíblica, la Torah con sus mandamientos como “camino del amor”: Diez Palabras, Dos tablas, Un camino de amor. El capítulo tercero se refiere a Cristo: “El Mesías: el amor hecho visible” (pp. 49-72). Es un nuevo momento en este plantel de dones divinos, un momento nuevo, porque se cumplen todas las promesas, se renueva el don de la vida y el don de la ley, se nos invita a configurarnos con Cristo. Por último, el cuarto capítulo de esta primera parte se refiere al Espíritu: “El Espíritu Santo” (pp. 75-94). Él es el que nos da la vida verdadera, nos ofrece la nueva ley y prolonga en nosotros la acción de Jesús, pues es el Espíritu del Señor.
La segunda parte de esta monografía se refiere a la gratitud humana. En primer lugar, la respuesta del cristiano es “El ser del cristiano” (pp. 103-142). Rossetti se detiene aquí sobre todo en los sacramentos de la Iglesia: regalos de Dios y centro a la vez de la respuesta del cristiano que tiene que poner los signos y realizar las acciones (interiores y exteriores) para recibir la gracia que en ellos se le ofrece. El segundo capítulo se titula: “La vida como camino y misión” (pp. 143-155). Rossetti habla aquí de los estados de vida (la “vocación apostólica: el sacerdocio ministerial”, el “sacramento del matrimonio” y la “vida religiosa”) en referencia a una única misión: la santidad. Así se sitúa este segundo momento de la gratitud humana ante la acción de Dios. Por último, el tercer capítulo se llama “La meta del camino y la patria” (pp. 155-164). Aquí nos introduce Rossetti en las realidades últimas: el Juicio, la Resurrección y el mundo nuevo. Son la meta a la que conduce esa gratitud que es la vida cristiana. El libro se cierra con un epílogo narrativo (p. 167) en el que el autor retoma de un modo original la parábola del hijo pródigo, para hacernos entrever el misterio de la reconciliación en la Iglesia. Por último, una serie de “Tablas sintéticas” (pp. 173-183) ofrecen esquemas interesantes para la catequesis.
Ciertamente, vivimos en un mundo muy necesitado de dos elementos que descubrimos en este volumen: “coherencia”, es decir, articulación sintética y clara de las verdades de fe, que permite ver que el cristianismo no es una suma disparatada de “cosas que hay que creer”, sino un cuerpo armónico de experiencias de fe y verdades que brindan un camino de salvación; y también “gracia y gratitud”, es decir, de un lado “belleza”, porque es la belleza la que salvará al mundo y, de otro lado, agradecimiento, porque vivimos en un mundo desmemoriado, que ha perdido la capacidad de reflexión, de recordar y hacerlo de modo agradecido. La memoria del origen, agradecida, es un hermoso camino de retorno a Dios que hizo también volver al hijo pródigo a la casa de su padre. Por todo ello, podemos recomendar esta obra del profesor Rossetti. Como toda síntesis, es mejorable en algunos puntos, que quedan quizás un poco menos desarrollados. Pero el esfuerzo es cabal y sistémico. No hay ausencias notables. Aparece la voz de la Escritura, la contribución de los Padres de la Iglesia, las intuiciones y el testimonio de los grandes santos y doctores que han enriquecido la vida y el conocimiento de la fe. Felicitamos, en fin, a la editorial Didaskalos, por acercarnos esta obra a los lectores de lengua española.
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