lunes, 9 de septiembre de 2024

Leonardo Boff: La sostenibilidad. Por Lázaro Sanz Velázquez

Boff, Leonardo: La sostenibilidad. Qué es y qué no es. Sal Terrae, Santander, 2013. 190 páginas. Comentario realizado por Lázaro Sanz Velázquez.

Los problemas medioambientales que sufre la Tierra, que observamos no solo en la degradación y destrucción de la naturaleza, sino también en la carestía en que viven las dos terceras partes de la humanidad, llevan a Leonardo Boff a buscar un instrumento que transforme esta situación. Esto solo será posible mediante la configuración de un nuevo paradigma, un paradigma que aprenda de los errores tras siglos de preeminencia de una cultura material y que evite soluciones basadas en una razón única. 

Pero ¿cómo hacer esto posible? Sabiendo que este es el camino para nuestro pensador, ¿cómo dirigir nuestros pasos hacia él? La herramienta que Boff nos propone parte de la propia esencia del ser humano. Muchos han considerado que lo que nos define es el poseer razón. Pero cuando esa razón solo es explicada y utilizada desde su dimensión instrumental, producimos una fractura en nosotros mismos y en nuestra relación con el mundo que nos aleja de otras dimensiones tan esencialmente humanas como pueda serlo la razón instrumental. De esta forma se hace necesario atender a una dimensión emocional y espiritual de la misma razón y a los elementos que la componen, ya que, en primer lugar, quizá estas dimensiones puedan atender mejor a la complejidad del ser humano y su papel en el cosmos y, en segundo lugar, porque la razón meramente instrumental se ha mostrado no solo insuficiente, sino además destructiva y alienante del ser humano y de su relación con el otro. Por ello, el pensador brasileño nos va a proponer un nuevo paradigma de lo humano y de su esencia; un nuevo paradigma que tratará la grave situación de destrucción de la biosfera, de injusticia social y de alienación del ser humano. Un nuevo paradigma que definirá la esencia del ser humano mediante el cuidado y la sostenibilidad como actitud fundamental hacia sí mismo y hacia el mundo. Solo mediante el alejamiento de esta actitud, que está en nuestra esencia, ha sido posible la deriva alcanzada en el mundo actual.

Si miramos a nuestro alrededor, nos damos cuenta del desequilibrio que se ha apoderado del sistema Tierra y del sistema-sociedad. Existe un malestar cultural generalizado, debido a la sensación de que en cualquier momento podrían producirse catástrofes imponderables. «¿Cómo organizar una alianza para el cuidado de la Tierra, de la vida humana y de toda la comunidad de vida y, de ese modo, superar los referidos riesgos? La respuesta no podrá ser otra que la siguiente: mediante la sostenibilidad real, verdadera, efectiva y global, conjugada con el principio de cuidado y la prevención» (p. 16).

La sostenibilidad es una cuestión de vida o muerte (cap. 1). Esta cuestión viene planteada por la insostenibilidad del sistema económico-financiero mundial, la insostenibilidad social de la humanidad a causa de la injusticia mundial, La creciente reducción de la biodiversidad, la insostenibilidad del planeta Tierra y el calentamiento global y el riesgo del final de la especie.

Antes de entrar propiamente en el núcleo de la cuestión, Boff hace un recorrido histórico por el desarrollo del concepto de sostenibilidad desde sus orígenes hasta nuestros días (cap. 2). El referido concepto tiene tras de sí una historia de más de 400 años que muy pocos conocen... «fue en Alemania en 1560, concretamente en la provincia de Sajonia, donde irrumpió por primera vez la preocupación por el uso racional de los bosques» (p. 35).

Una vez analizado el concepto de sostenibilidad desde el punto de vista histórico, el autor examina y critica los modelos actuales de sostenibilidad –«En la mayoría de los casos, la sostenibilidad es más aparente que real» (p. 42)–, lo que le lleva a ver cuáles son las causas de la insostenibilidad del orden ecológico-social (cap. 4). Al concluir la primacía del desperdicio sobre el cuidado, del capital material sobre el capital humano, Boff da un paso más y formula los presupuestos cosmológicos y antropológicos para un concepto integrador de sostenibilidad (cap. 5): «se trata de proyectar un nuevo paradigma que produzca naturalmente sostenibilidad para la Casa Común, la Tierra, y para todos los demás seres vivos que habitan en ella» (p. 90). La originalidad de este paradigma es que deja de ser antropocéntrico y pasa a integrar (cap. 6) la sociedad (ecología social), la mente humana (ecología mental), la industria (ecología industrial), las ciudades (ecología urbana) y las redes de conexión con el cosmos (ecología integral). Esto viene analizado en los capítulos 7, 8, 9 y 12. En el cap. 10 habla de la viabilidad de un desarrollo sostenible, y en el 11, «Sostenibilidad y educación», comienza diciéndonos que la sostenibilidad no acontece de un modo mecánico, sino que es un proceso de educación por el que el ser humano redefine el abanico de relaciones que mantiene con el Universo, con la Tierra, con la naturaleza, con la sociedad y consigo mismo. «Estoy convencido de que solo un proceso generalizado de educación puede crear las nuevas mentes y los nuevos corazones capaces, como pedía la Carta de la Tierra, de llevar a cabo la revolución paradigmática exigida por el mundo lleno de amenazas en el que vivimos» (p. 167). Estamos ante un libro que nos ofrece datos inquietantes, preguntas que desbordan nuestra capacidad de respuesta y respuestas tan comprometedoras que asustan. El que Boff proponga un nuevo paradigma basado en un concepto integrador de la sostenibilidad, no únicamente antropocéntrico, nos desestabiliza.



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