viernes, 26 de febrero de 2021
Margarita Martín: Enredad@s. Por Álvaro Lobo
jueves, 25 de febrero de 2021
Fabrice Hadjadj: A mí toda la gloria. Por Marta Medina Balguerías
miércoles, 24 de febrero de 2021
Andrew S. Curran: Diderot y el arte de pensar libremente. Por Javier Sánchez Villegas
martes, 23 de febrero de 2021
Luis Antonio Tagle: Comunidad pascual. Por Ana Domínguez Ruiz de Huidobro
lunes, 22 de febrero de 2021
Dalai Lama, Desmond Tutu y Douglas Adams: El libro de la alegría. Por Libris Liberi
viernes, 19 de febrero de 2021
Dolores Aleixandre, Víctor Herrero y Fernando Rivas: Jesús. 33 nombres nuevos. Por Javier Sánchez Villegas
No es casual. No. Con humildad. Este texto es el resultado de lo nuclear de otra generación, la que estudió gramática en la escuela, la que se familiarizó más con ella que con la lengua, la que busca horizontes nuevos desde adjetivos cuya base son los participios activos o pasivos. Así, más allá de los títulos clásicos cristológicos tradicionales (Señor, Hijo, Siervo, Maestro...), se buscan otros que recojan perfectamente el ser de Jesús y que estén presentes en las páginas del Evangelio. Todo un reto.
Los títulos hallados son treinta y tres. El número ya nos evoca algo en relación con Jesús. Sí, sobre todo porque todavía se escuchan los ecos del musical que contaba la vida de Jesús y que tenía ese nombre: 33. Pero, ¿cuáles son esos nuevos títulos? Ahí van: el cantor, el orante, el admirador, el despojado, el disidente, el durmiente, el atrayente, el interrogado, el cuestionador, el acogedor, el radiante, el desmedido, el rendido, el rechazado, el confiado, el veraz, el expresivo, el parabolista, el perturbador, el ardiente, el caminante, el interlocutor, el exegeta, el traspasado, el lector, el abandonado, el consumador, el fugitivo, el bautizado, el novio, el comensal, el cercano y el precedente. Como véis, son como una síntesis del ser de Jesús, del que vino a dar testimonio de la luz (el testigo, el iluminador -se me ocurren, para ampliar
jueves, 18 de febrero de 2021
Fermín Bocos: Algo va mal. Por Luis Ignacio Martín Montón
martes, 16 de febrero de 2021
John F. Haught: Ciencia y fe. Por Leandro Sequeiros
viernes, 12 de febrero de 2021
Anónimo: Poema de Fernán González. Por Javier Sánchez Villegas
Anónimo: Poema de Fernán González. Cátedra, Madrid, 2010 (original de 1250). 199 páginas. Edición de Juan Victorio. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
"Cuando el Arlantino -dice Juan Victorio en la introducción- redactaba en pleno siglo XIII su Poema de Fernán González, hacía ya dos siglos y medio que el conde castellano había muerto. En ese largo espacio de tiempo, corría de boca en boca un Cantar juglaresco que contaba también ciertas hazañas de tan famoso personaje. Pero ese cantar, para nuestra desgracia, se ha perdido, siguiendo la suerte de otras muchas composiciones épico-juglarescas" (pág. 13).
El Arlantino, es decir, el monje del monasterio de San Pedro de Arlanza, es muy claro. Ese texto anterior existió. Y no tuvo ningún reparo en fijarse en él para convertirlo en el protagonista de la obra que estamos presentando. Es de todos conocido que era muy normal que los autores del mester de clerecía (que tenían una vis creativa algo limitada) copiaran o se limitaran a traducir obras latinas clásicas o medievales (este