Lapsley, Michael: Reconciliarse con el pasado. Un camino desde la lucha por la libertad hacia el pasado. San Pablo, Madrid, 2014. 471 páginas. Traducción de Javier García Alves.
Perdón, justicia restaurativa y «teología de la bicicleta»
Perdón, justicia restaurativa y «teología de la bicicleta»
Aunque la noción de justicia que suele figurar en los ordenamientos jurídicos es la de justicia retributiva o punitiva (que hace que en ocasiones se desdibuje la frontera entre justicia y revancha), Michael Lapsley es un firme defensor de la justicia restaurativa, ya que en su opinión «El perdón casa mejor con la justicia restaurativa que con la justicia retributiva». He aquí algunos extractos de su autobiografía que ilustran sus puntos de vista:
«Muchos de quienes se beneficiaron del apartheid esperan de los oprimidos del antiguo régimen que sigan adelante como si el pasado no hubiera tenido lugar, y también algunos predicadores cristianos hablan del perdón como si fuera algo etéreo, barato y fácil. Sin embargo, para la mayoría de los seres humanos el perdón es algo costoso, doloroso y difícil. Esos predicadores pretenden que nos comportemos de acuerdo con lo que yo llamo la «teología de la bicicleta». Supongamos que yo te robo tu bicicleta. Luego, al cabo de seis meses, vuelvo a verte y reconozco mi delito, diciendo: «Cuánto lo siento, te robé la bici. ¿Me perdonas, por favor?». Tal vez seas una buena persona y digas: «Sí, te perdono». Y entonces ¡yo me quedo con la bici! El perdón y la sanación de las relaciones implican una restitución por lo que se ha robado. Esto significa que tengo que devolver la bicicleta.»
«Muchos de quienes se beneficiaron del apartheid esperan de los oprimidos del antiguo régimen que sigan adelante como si el pasado no hubiera tenido lugar, y también algunos predicadores cristianos hablan del perdón como si fuera algo etéreo, barato y fácil. Sin embargo, para la mayoría de los seres humanos el perdón es algo costoso, doloroso y difícil. Esos predicadores pretenden que nos comportemos de acuerdo con lo que yo llamo la «teología de la bicicleta». Supongamos que yo te robo tu bicicleta. Luego, al cabo de seis meses, vuelvo a verte y reconozco mi delito, diciendo: «Cuánto lo siento, te robé la bici. ¿Me perdonas, por favor?». Tal vez seas una buena persona y digas: «Sí, te perdono». Y entonces ¡yo me quedo con la bici! El perdón y la sanación de las relaciones implican una restitución por lo que se ha robado. Esto significa que tengo que devolver la bicicleta.»