Martin, James: La abadía. Una historia de descubrimiento. Mensajero, Bilbao, 2019 (edición original: Harperone 2015). 215 páginas. Traducción de Santiago Ochoa Cadavid. Comentario realizado por Jesús Ángel Rodríguez.
Cuando estás enfadado con Dios
Nos encontramos ante la primera novela que escribe James Martin. Según cuenta en el prólogo a la edición en español, un día tuvo un sueño, que es el inicio de la novela; de ahí en adelante, sólo ha tenido que desarrollar los personajes. Esta es una novela que se lee con suma facilidad. James Martin escribe de manera muy fresca; con sencillez (que no simplicidad) dice cosas profundas.
De la historia sólo te diré que una pelota de béisbol rompe una ventana de una casa donde vive Mark, que es el “manitas” de un monasterio trapense. Ese acontecimiento le pone en contacto con su casera, que había perdido a su hijo adolescente en un accidente. Un día Mark lleva a su casera al monasterio, donde va a conocer al abad, que es un hombre sabio.
El autor aprovecha para hablar de lo que conoce estupendamente: la espiritualidad. Nos encontramos con una persona que está enfadada con Dios, que no es capaz de ver más allá de su dolor. Esa situación nos la hemos encontrado alguna vez todos aquellos que manifestamos abiertamente que creemos en Dios, cuando alguien nos dice: ¿por qué ha permitido Dios que pasara esto? Y no podemos dar una respuesta que la persona que nos interpela pueda aceptar; tendrá que hacer un proceso en el que esa persona encuentre por sí misma las respuestas. Cómo hacer ese proceso es lo que más me ha atraído del libro, la manera de manejar ese dolor. Luego también está el sentido de la vida. ¿Qué quiere Dios para mí? ¿Por qué no me satisface el trabajo que tengo? Me paso el día coleccionando amistades, pero sin ninguna que me llene plenamente.
Cuando leo un libro y no quiero que termine es que me encuentro muy a gusto con él. En este caso, me ha dado pena acabarlo.
En definitiva, una muy buena historia en 200 páginas. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.