lunes, 6 de noviembre de 2023

Manuel Martínez Arteaga (edit.): La sinodalidad como modo de proceder de la Iglesia. Por Javier Sánchez Villegas

Martínez Arteaga, Manuel (edit.): La sinodalidad como modo de proceder de la Iglesia. Visión teológica, experiencias pastorales y perspectivas espirituales. Una contribución de la CVX. Progressio, Roma, 2023. 272 páginas. (Progressio suplemento #76). Edición en español a cargo de Javier Sánchez Villegas; en inglés, a cargo de Edward Warrington; y en francés, a cargo de Pauline Nardese. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Verde, rojo y azul. Estos son los colores elegidos para dar forma a los libros que contienen la gran contribución que CVX (Comunidad de Vida Cristiana) hace a la Iglesia con motivo del camino sinodal emprendido por el papa Francisco. Verde para la versión en español, rojo para la inglesa y azul para la francesa. No hay connotaciones políticas. Simplemente asistimos al triunfo de la estética. Porque lo primero que tenemos que destacar de estos libros es el diseño de cubierta y contracubierta que ha realizado Belén Ramos Serrano. Es sugerente, actual, dinámico, discreto..., no le quita protagonismo al título, con independencia del color que tenga. En este sentido, tenemos que felicitar a la autora por la originalidad de su diseño y por lo evocador que es el resultado final en su conjunto. Enhorabuena.

Bien. ¿Cómo se gestó este libro? Todo comenzó a principios de marzo de 2021, hace ya algo más de dos años y medio. Sin más, recibo un correo electrónico cuyo remitente era Manuel Martínez Arteaga (el editor general del libro), Secretario Ejecutivo de la CVX Mundial. En el correo (sintetizando un poco) Manuel me explicaba en qué consistía el proyecto que se estaba gestando y que contaba conmigo inicialmente para escribir un artículo que tratara de simplificar el lenguaje y de reducir la extensión del documento elaborado por la Comisión Teológica Internacional: La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia, de 2018. Reconozco que el proyecto me entusiasmó y me pareció sencillo. Y me puse manos a la obra. En un mes, en abril de 2021, ya le estaba enviando mi artículo totalmente terminado. Manuel me confirmó la buena recepción de mi correo y, a la vez, me propuso ser el editor del libro en español, y que coordinara mi tarea con otros dos editores: Edward Warrington, de Malta (autor también de un artículo en el libro sobre el fomento de la sinodalidad en una parroquia), que sería el responsable de la versión inglesa; y Pauline Nardese, de París, que sería la editora de la versión francesa. 

La experiencia fue maravillosa. Efectivamente. Cada uno tenía que editar de acuerdo con las normas escritas y no escritas de su lengua, y en este sentido había que tomar distancia de las otras versiones, pero unificando todo aquello que se prestara a ser unificado. Correo va, correo viene. Dudas. Acuerdos. Reuniones vía Zoom. Manuel delegando, confiando... Cuidado con las erratas. Atención al plano de obra, por favor. Ojo, la paginación es importante. Sí, es fundamental que haya coherencia a la hora de citar artículos o libros... Atención a los encabezados. Por supuesto, hay que mantener el tipo y el cuerpo en toda la obra... En fin, confieso que he vuelto a conectar con los once años que pasé trabajando para varias editoriales elaborando libros de texto para Secundaria y Bachillerato.

Poco a poco se ha ido gestando el libro. Cada uno con su autonomía e independencia, pero siempre con una mirada puesta en los demás. ¿Cómo habrá resuelto esto Edward? ¿Y Pauline? Apoyándonos en los documentos que íbamos grabando en Drive, de libre acceso para los otros, paulatinamente las dudas se iban disipando, conforme construíamos una red de confianza que nos daba seguridad en cada paso. Así hasta el final. Sin prisa, pero sin pausa. Poco a poco, las correcciones fueron disminuyendo, hasta que llegaron las pruebas definitivas, y se mandó el libro a ferros. Al cabo de un tiempo, la imprenta puso a funcionar sus máquinas. ¿Resultado? Una obra que, desde el punto de vista formal, está bien pensada; pero, sobre todo, un libro que contiene una gran aportación de la CVX a la Iglesia en este momento tan importante y decisivo que estamos viviendo.

El libro La sinodalidad como modo de proceder de la Iglesia está formado por un conjunto de artículos cuyo tema central es, obviamente, la "sinodalidad". Con este término se hace referencia al modo de proceder que caracteriza la vida-misión de la Iglesia. Se trata de caminar juntos, todo el Pueblo de Dios, en armonía, con amor y con un mismo sentir. Todos somos responsables de la misión que Cristo ha encomendado a la Iglesia. Para ello hace falta un verdadero diálogo, que pasa por la escucha activa, la corresponsabilidad y la participación de todos. También de los laicos.

Este es el espíritu que ha movido al Consejo Ejecutivo Mundial (ExCo) de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX): caminar con el conjunto de la Iglesia promoviendo el diálogo a partir de lo que la espiritualidad ignaciana (y sus herramientas, fundamentalmente el discernimiento, los ejercicios y el examen) puede aportar en estos momentos.

El libro, pues, se compone de veinticuatro capítulos, escritos por una amplia variedad de autores: algunos son teólogos, otros comentaristas vaticanos, otros ejercen funciones pastorales, y otros participan ellos mismos en iniciativas que buscan renovar la Iglesia por medios sinodales.

Como ya se indica en el prólogo (págs. 9-12), el libro se divide en tres partes.

Primera parte.- Una visión sinodal de la Iglesia
En esta parte se reúnen diez artículos que examinan la visión sinodal de la Iglesia que tiene el Papa desde diversas perspectivas.
El primero de ellos es del cardenal Tagle ("El discernimiento en común y su práctica"), el cual da un testimonio personal sobre la conversión del corazón que permitirá a la jerarquía de la Iglesia abrazar la sinodalidad.
En los capítulos 2 y 3, Hanvey ("El camino de la sinodalidad") e Ivereigh ("Escuchar al Espíritu a través del Pueblo de Dios") exploran el desarrollo de la visión de la sinodalidad, en particular tal y como ha sido enunciada por el Papa Francisco.
Los tres capítulos siguientes, Sánchez Villegas ("Hacia una cultura del encuentro"), Scott ("Disponernos a una Iglesia sinodal en profundización") y Peeters ("Del clericalismo a la sinodalidad") exponen diferentes expresiones de la sinodalidad, así como las disposiciones, actitudes y hábitos de pensamiento y acción que nutren una Iglesia sinodal.
En los capítulos 7, 8 y 9, Uylenbroeck ("¡El Espíritu Santo existe!"), Kheng ("Hacia una base universal para la sinodalidad") y Becquart ("Las mujeres en una Iglesia sinodal") reflexionan sobre tres poderosos "recursos" que caracterizan y alimentan la sinodalidad: las comunidades que comparten y disciernen juntas bajo la inspiración del Espíritu Santo, la espiritualidad ignaciana y la participación de las mujeres en la deliberación y la toma de decisiones.
En el capítulo 10, Zamora ("Sinodalidad protestante: ¿una posible aportación a la sinodalidad católica?") muestra el camino llevado a cabo por nuestros hermanos en la fe.

Segunda parte.- Experiencias y experimentos sinodales
Esta parte comprende siete testimonios de experiencias y experimentos sinodales. Son muy diversos. Cada uno de ellos pone de manifiesto las posibilidades transformadoras de la sinodalidad, así como de las actitudes, ajustes, iniciativas y liderazgo que alimentan un espíritu sinodal dentro de una comunidad eclesial. La sinodalidad no es simplemente un entusiasmo teológico o una promesa que se vislumbra en un lejano horizonte futuro.
Capítulo 11.- Amaya y col. ("La familia como espacio sinodal"). Sobre la familia como "espacio sinodal".
Capítulo 12.- Villarroel Godoy ("Revisitando el camino sinodal sobre jóvenes, fe y discernimiento vocacional"). Sobre los jóvenes.
Capítulo 13.- Richard y col. ("Caminando juntos llegamos más lejos"). Sobre la Asamblea Mundial CVX que se reunió en Buenos Aires en julio de 2018.
Capítulo 14.- López Obrador ("El sínodo amazónico en un kairós eclesial"). Sobre el Sínodo del Amazonas.
Capítulo 15.- Warrington ("Fomentar la sinodalidad en una parroquia"). Sobre una pequeña comunidad en Malta traumatizada por las grandes empresas.
Capítulo 16.- Choiniere ("Proceso de construcción de la sinodalidad en una parroquia"). Sobre la parroquia como "espacio sinodal".
Capítulo 17.- Boxberg ("Participación de los laicos en un nuevo modelo de sinodalidad"). Sobre el camino sinodal pionero en Alemania.

Tercera parte.- Una Iglesia sinodal en las fronteras
Los capítulos que configuran esta parte se basan en otro elemento de la visión del Papa Francisco sobre la Iglesia: una Iglesia enviada a lo que él describe como las "fronteras" de la existencia humana contemporánea.
Esta parte examina la relación entre la sinodalidad y la presencia de la Iglesia en determinadas "fronteras": el ecumenismo y el diálogo interreligioso (Sayegh y col.: "Caminando con el Hijo por los caminos del mundo"); la democracia (Vidal: "La democracia sinodal"); la migración y los migrantes (Artemiuk y col.: "Proceso de construcción de comunidades de encuentro"); las mujeres (Nwachukwu: "La sinodalidad y las mujeres: una perspectiva africana", y Grupo de "mujeres en diálogo": "Está brotando algo nuevo, ¿no lo notáis?"); el mundo LGTBIQ+ (Berzosa y col.: "La sinodalidad en los márgenes de la Iglesia"); y la secularización y el dinero (Pereira: "Al César lo que es del César").
Estas contribuciones exploran las formas en que la sinodalidad ayudará a la Iglesia a llegar a los que se encuentran en las "fronteras", así como a convertirse en una presencia más auténtica y eficaz en las vidas de estas personas.

Tras los artículos, nos encontramos con una breve nota sobre cada uno de los autores que han colaborado en la obra. En total más de treinta personas de CVX en el mundo que han dejado una impronta de su identidad como comunidad mundial, laica, apostólica e ignaciana que ha querido responder a la convocatoria que el Papa Francisco ha hecho a toda la Iglesia.

El libro se cierra con unos anexos, en los que nos encontramos: la constitución apostólica Episcopalis Communio, de 15 de septiembre de 2018, en la que el Papa Francisco trata sobre el Sínodo de los Obispos; el Discurso de apertura del Sínodo del Santo Padre Francisco, momento de reflexión para el inicio del proceso sinodal, de 9 de octubre de 2021;  y la Homilía para el inicio del camino sinodal del Santo Padre Francisco, de 10 de octubre de 2021. 

Y, para finalizar, en la última página, nos encontramos con la Adsumus Sancte Spiritus, que es la oración de invocación al Espíritu Santo para una asamblea eclesial de gobierno o discernimiento (es decir, sinodal).
Estamos ante ti, Espíritu Santo, 
reunidos en tu nombre. 
Tú que eres nuestro verdadero consejero: 
ven a nosotros, 
apóyanos, 
entra en nuestros corazones. 
Enséñanos el camino, 
muéstranos cómo alcanzar la meta. 
Impide que perdamos 
el rumbo como personas 
débiles y pecadoras. 
No permitas que 
la ignorancia nos lleve por falsos caminos. 
Concédenos el don del discernimiento, 
para que no dejemos que nuestras acciones se guíen 
por perjuicios y falsas consideraciones. 
Condúcenos a la unidad en ti, 
para que no nos desviemos del camino de la verdad y la justicia, 
sino que en nuestro peregrinaje terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida eterna. 
Esto te lo pedimos a ti, 
que obras en todo tiempo y lugar, 
en comunión con el Padre y el Hijo 
por los siglos de los siglos. Amén.
Como se puede apreciar, esta oración invita al Espíritu Santo a actuar en nosotros para que seamos una comunidad y un pueblo de gracia. Por lo que he podido averiguar, la compuso san Isidoro de Sevilla (c. 560 - 4 de abril de 636), y es tradición en la Iglesia rezarla ante un Concilio o un Sínodo. Que el Señor bendiga a su Iglesia.

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