Kenji, Miyazawa: La constelación de los cuervos y otros cuentos mágicos. Satori Ediciones, Gijón, 2018. 155 páginas. Traducción y prólogo de Kuniko Ikeda y Marta Añorbe Mateos. Comentario realizado por Jorge Sanz Barajas (Colaborador del Centro Pignatelli Área de Cultura; e-mail: jsanzbarajas@gmail.com).
Uno siempre echa en falta poder leer desde el asombro, quitarse los ropajes de la importancia, sentirse zarandeado por el sinsentido y creer que las palabras tienen una magia escondida y trascendental. Uno siempre añora tener ganas de llorar cuando estalla una pompa de jabón o pasar una tarde encontrando rostros en las nubes volanderas. Descubrir a Miyazawa Kenji es como recordar el primer bombón o el sabor acre del primer beso: el sentido original del cuento no puede ser otro que abrir la mente a la maravilla.
Como el nonsense de Edward Lear, los cuentos de Kenji se abren paso por la vereda del encantamiento. Los relatos crecen adoptando la forma de fábulas, pero asumiendo las condiciones que el género impone: bajo la aparente simplicidad de la fábula se oculta siempre un resorte moral que engatilla una enseñanza; por eso, las personificaciones de animales, plantas u objetos conciernen al ser humano como compañero de la Creación y no como dueño de ella. Las valiosas enseñanzas de Kenji (1896-1933), instructor en la escuela agrícola Hanamaki, invitan a la contemplación de esa inefable frontera entre las nubes y la nieve en