Claudel, Philippe: La nieta del señor Linh. Salamandra, Barcelona, 2006 (edición original de 2005). 126 páginas. Traducción de José Antonio Soriano Marco. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
Con este libro queremos ampliar nuevamente el horizonte de los comentarios a las lecturas que hacemos en este blog. Hasta ahora habíamos incluido novelas con un claro trasfondo psicológico, filosófico y religioso (ver comentarios). En este caso no es así. Con el libro que nos ocupa, La nieta del señor Linh, queremos dar cabida también a ese otro tipo de lecturas que todos hacemos y que, probablemente, ocupa un lugar importante en nuestro tiempo de ocio: la literatura.
Esta novela me la regaló mi amigo Germán en febrero de 2007. Siempre que este viene a Madrid, aparece con un libro bajo el brazo. Y él, que viaja muchísimo y no para de leer, es un referente para mí en cuanto a literatura se refiere, aunque reconozco que sus gustos literarios y los míos son casi radicalmente distintos. Digo casi, porque de vez en cuando da en la diana. Ese es el caso de esta novela.
La nieta del señor Linh es una novela corta (tiene solo 126 páginas) y aparece en el contexto de la literatura actual como una reivindicación de que no hace falta escribir un "brick-book" (un ladrillo de 1000 páginas) para contar una historia, profundizar en los personajes y diseccionar las profundidades del espíritu humano. De hecho, esta novela se puede leer de una sentada. Pero, ojo, no conviene hacerlo deprisa, más bien recomiendo que se deguste despacio, sobre todo las últimas páginas, esas que te van a dar la clave de toda la historia, y que te van a invitar a releer esos detalles que pasaste por alto una y otra vez.
Con este libro queremos ampliar nuevamente el horizonte de los comentarios a las lecturas que hacemos en este blog. Hasta ahora habíamos incluido novelas con un claro trasfondo psicológico, filosófico y religioso (ver comentarios). En este caso no es así. Con el libro que nos ocupa, La nieta del señor Linh, queremos dar cabida también a ese otro tipo de lecturas que todos hacemos y que, probablemente, ocupa un lugar importante en nuestro tiempo de ocio: la literatura.
Esta novela me la regaló mi amigo Germán en febrero de 2007. Siempre que este viene a Madrid, aparece con un libro bajo el brazo. Y él, que viaja muchísimo y no para de leer, es un referente para mí en cuanto a literatura se refiere, aunque reconozco que sus gustos literarios y los míos son casi radicalmente distintos. Digo casi, porque de vez en cuando da en la diana. Ese es el caso de esta novela.
La nieta del señor Linh es una novela corta (tiene solo 126 páginas) y aparece en el contexto de la literatura actual como una reivindicación de que no hace falta escribir un "brick-book" (un ladrillo de 1000 páginas) para contar una historia, profundizar en los personajes y diseccionar las profundidades del espíritu humano. De hecho, esta novela se puede leer de una sentada. Pero, ojo, no conviene hacerlo deprisa, más bien recomiendo que se deguste despacio, sobre todo las últimas páginas, esas que te van a dar la clave de toda la historia, y que te van a invitar a releer esos detalles que pasaste por alto una y otra vez.