Bermejo, José Carlos: Duelo y espiritualidad. Sal Terrae, Santander, 2012. 158 páginas. Comentario realizado por Carmen Massé García.
Pocas experiencias humanas nos acercan tanto a nuestra propia limitación y vulnerabilidad como la muerte de una persona conocida, cercana, querida. Pocas situaciones en la vida pueden despertarnos del sueño virtual, del mundo ideal y perfecto que nos presentan como el único mundo esperable, y la muerte ajena lo hace de forma abrupta, siempre inoportuna. Ante esta situación, José Carlos Bermejo ofrece lo que él mismo define como «libro-cuaderno» o «herramienta de trabajo» para tantos profesionales, voluntarios, hombres y mujeres, que se atreven a acompañar estas experiencias vitales haciendo que su presencia y compañía sea sanante, portadora de vida.
Tal y como el mismo autor apunta, son muchas las obras escritas en los últimos años sobre la experiencia del duelo y sus dinamismos; pero a menudo los contenidos se centran en los aspectos psicológicos o antropológicos, quedando en un segundo plano (u omitiendo en muchos casos) la dimensión espiritual, y más aún la religiosa. Ante tal carencia, el autor propone un novedoso enfoque en el análisis de la experiencia de duelo en el que la dimensión espiritual, inherente al ser humano, constituye el centro de atención del libro, de tal forma que las otras dimensiones –psicológica, antropológica, sociológica, etc.– se van entretejiendo de forma armónica en el discurso.
Como herramienta de trabajo que es, José Carlos Bermejo propone un sugerente itinerario que parte de las experiencias más comunes y primigenias de miedo y angustia ante la pérdida de una persona querida, hasta llegar a la relación más íntima y sanadora con Dios en la oración, pasando por el valor de la esperanza (humana y cristiana), la fe en la resurrección y la función de los ritos. Para ello, la propuesta de trabajo trata de llevar al lector, de los contenidos racionales, a las experiencias personales; de los argumentos presentados por los autores más importantes en temas de duelo, a las experiencias vitales desgarradoras de pérdida narradas en primera persona; de la contemplación y escucha del dolor ajeno, al descubrimiento de la propia vivencia del dolor propio.
A lo largo de sus páginas, el autor ofrece herramientas valiosas para poder trabajar personalmente o en grupo este camino de encuentro con la persona en duelo, de tal forma que a los testimonios en primera persona, citas de autores relevantes o entrevistas de acompañamiento reales les suceden ejercicios sencillos para ayudar a integrar en la propia experiencia los contenidos fundamentales.
Es una obra que puede ayudar indudablemente a todo aquel –profesional o voluntario, familiar, amigo, vecino o compañero– que quiera hacer que la experiencia de duelo del otro pueda llegar a ser una verdadera oportunidad para el En cuentro.
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