Eger, Edith: En Auschwitz no había Prozac. 12 consejos de una superviviente para curar tus heridas y vivir en libertad. Planeta, Barcelona, 2020. 221 páginas. Comentario realizado por Marta Medina Balguerías (Facultad de Teología, Universidad Pontificia Comillas, Madrid).
Cuando nos dan un consejo, de qué persona provenga marca toda la diferencia. Lo mismo sucede con los libros de este estilo. Lo que hace a En Auschwitz no había Prozac diferente de otros libros (y lo que, en mi opinión, impide que sea clasificado como un libro de autoayuda) es que la autora no se dedica a dar consejos superficiales o a proponernos metas que ella no haya vivido. Eger transmite un conocimiento que nace de su experiencia como superviviente del Holocausto y que por tanto goza de una credibilidad mayor. Al mismo tiempo, la obra no se queda en una mera transmisión de experiencias, sino que utiliza las herramientas de la Psicología -que la autora conoce bien y que emplea con sus pacientes- para darnos esa experiencia interpretada y explicada.
Edith Eger es mundialmente conocida como “la bailarina de Auschwitz” porque así se tituló el libro que la hizo más famosa, donde cuenta su biografía explicando qué pasos tuvo que dar para sanarse de las heridas que Auschwitz —y todo lo que vino después— le había dejado. En aquel libro la autora utiliza un estilo parecido al que vemos en este: una mezcla de conocimientos psicológicos, experiencias personales y experiencias de otras personas (la mayoría pacientes suyos), en la que la narración y la reflexión van de la mano. De hecho, si se han leído ambas