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viernes, 22 de septiembre de 2017

Francis Spufford: Impenitente. Por José Ignacio Vitón de Antonio

Spufford, Francis: Impenitente. Una defensa emocional de la fe. Turner, Madrid, 2014. 216 páginas. Traducción de Catalina Martínez. Comentario realizado por José Ignacio Vitón de Antonio (Facultad de Teología, Universidad Pontificia Comillas).

Francis Spufford, escritor inglés nacido en 1964, es bastante desconocido en el ámbito hispano parlante. Escritor polifacético que cultiva distintos géneros literarios que van desde la novela al ensayo pasando por la poesía. En general, no deja indiferente a nadie. Es denostado por unos que le califican de extraño y alabado por otros que le califican de brillante. Es profesor de lengua inglesa en el Goldsmiths College de la Universidad de Londres.

El autor escribe con humor, con ironía, incluso a veces usando el sarcasmo, pero sin ánimo de agredir, buscando solo un estilo efectista y colorido. No piensa solo en lectores cristianos que están hartos de ser diana de la crítica de los modernos que actúan perdonándoles la vida por ser todavía creyentes en el siglo XXI, sino también en potenciales lectores no creyentes que tienen un espíritu de curiosidad acerca de la fe y no se conforman con las opiniones del nuevo ateísmo de autores como Richard Dawkins o Christopher Hitchens.

En el año 2009 un conjunto de autobuses, los llamados autobuses ateos, llevaban como publicidad una serie de mensajes acerca de la religión, en concreto, de la religión cristiana: “Probablemente Dios no existe. No te preocupes y disfruta de la vida”. El autor, Francis Spufford viene a decirnos que el mensaje del autobús, si fuera cierto, significaría que todo el que no esté disfrutando de la vida está completamente solo, o, con otras palabras, a aquellos que sufren les negaría el consuelo y la esperanza. Para nuestro autor el ateísmo y secularismo contemporáneos no se hacen cargo de la condición humana del hombre y la mujer corrientes. Para las posiciones más vanguardistas ateas y/o seculares, si elimináramos la religión entonces, la paz, la justicia, la felicidad vendrían como fruta madura con el tiempo. Al fin y al cabo, sostienen, la religión se funda en la irracionalidad y no hay peor enemigo que ésta para combatir.

viernes, 15 de mayo de 2015

Francis Spufford: Impenitente. Por José Fernando Juan Santos

Spufford, Francis: Impenitente. Una defensa emocional de la fe. Turner Noema, Madrid, 2014. 215 páginas. Traducción de Catalina Martínez Muñoz. Comentario realizado por José Fernando Juan Santos.


Esta pequeña apología sorprende a cualquier lector. El título es reflejo fiel de lo que encontrará quien se acerque a sus páginas: el intento de pensar la fe y hacerla comprensible dejándose llevar y conducir por la emoción ante las grandes cuestiones a las que se enfrenta un cristiano en su día a día; el afecto es el motor de la libertad de su exposición, capítulo a capítulo, y lo que hace que no se detenga en las respuestas ya elaboradas que otros han formulado.

Desde el primer capítulo, Spufford conecta rápidamente con el lector haciendo ver la rareza de ser cristiano en estos tiempos, en los que los modernos de Chesterton se han hecho con el control ideológico de la sociedad. Pero no se frena aquí, donde otros quizá se refugian en su interior o en la comunidad, sino que emprende, más allá de todo esto, un fuerte diálogo con ellos. El capítulo segundo le sirve para inciar ese camino, a partir de la experiencia del deseo de perfección que todos esperamos y de las grietas de nuestro mundo, lo que él llama propensión humana a cagar las cosas (PHaC), concepto que será fundamental en toda la obra. Nos hace descender así a la propia fragilidad, para hablar de culpabilidad a las claras. Una emoción que cualquiera puede vivir en propia carne y a la que tiene que dar una respuesta.