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lunes, 18 de diciembre de 2023

Dolores Aleixandre: Las puertas de la tarde. Por Inmaculada Plaza García

Aleixandre, Dolores: Las puertas de la tarde. Envejecer con esplendor, Sal Terrae, Santander, 2007. 192 páginas. Comentario realizado por Inmaculada Plaza García.

«Envejecer con esplendor»: con este subtítulo provocador y desafiante, Dolores Alexandre defiende algo que a primera vista parece contradictorio. ¿Podemos unir ambos términos? En este libro, escrito con sabio humor –porque tampoco el buen humor y la hondura se contradicen–, ella nos asegura que sí. Para ello, Dolores nos invita a afrontar el proceso de envejecimiento con naturalidad; a gestionar de manera inteligente esta etapa, descubriendo en ella nuevas oportunidades donde la inmensa mayoría de los mortales sólo vemos regresión, pérdidas y decadencia. 

Frente al discurso sociocultural, empeñado en mostrarnos «recetas» para esquivar el paso del tiempo, disimular y, en lo posible, ignorar sus efectos..., nuestra autora nos propone asumir la propia existencia sin miedos ni recelos, habitarla y comenzar a «negociar» los cambios que el paso del tiempo va dejando en ella. En lugar de disimular los signos de envejecer, nos anima a entrar en esta nueva etapa decididos a confiar a fondo perdido. Y nos plantea algunos interrogantes, siempre con ese tono desafiante que acompaña a todo su libro: ¿No será el momento de soltar todo lo que hasta ahora nos daba seguridad, y emprender la aventura de ser conducidos? ¿Por qué no dejar que el «Te basta mi

domingo, 14 de octubre de 2012

Dolores Aleixandre: Las puertas de la tarde. Por Javier Sánchez Villegas

Aleixandre, Dolores: Las puertas de la tarde. Envejecer con esplendor. Sal Terrae, Santander, 2007. Colección «El pozo de Siquem» 217. 191 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.


Hay un tema que no hemos tratado todavía. Un tema que nos da miedo, pero que ha movido a toda la humanidad a salir de sí misma, de lo inmanente, para buscar, y encontrar, lo trascendente. Me refiero al tema de la muerte. Yo no quiero ponerme pesimista ni trágico, pero ahí está. Cuando tus mayores van siendo muy mayores, cuando ves cómo se van apagando como velas, no puedes mirar para otra parte. Lo mismo ocurre cuando ves que tienen algo más que "goteras" y que, poco a poco, sus capacidades -por las que brillaron en otro momento- van deteriorándose lentamente. Es duro que un ser querido abandone esta vida, pero también es muy duro ver cómo tus padres inician el camino inexorable de la dependencia. Sobre todo, cuando sabes que la guerra, tarde o temprano, la vas a perder. Y no puedes hacer nada salvo acompañarles y quererles.

En este contexto personal, y aun en medio de la bien llamada "crisis de los cuarenta", me he dispuesto a leer y a rezar un libro de Dolores Aleixandre (a la que adoro) que se centra, desde la perspectiva de la Biblia y de su experiencia personal, en el otoño y en el invierno de la vida, es decir, en la cuestión del envejecimiento y la muerte. Y antes que nada, tengo que reconocer que este libro se lo hemos regalado a mis padres y a los padres de Cristina, y que les ha encantado. En su momento comentaron que estaba lleno de verdades, y que les estaba ayudando a la hora de enfrentarse a determinadas cuestiones. Que les daba mucha paz interior. Este es el mejor juicio que puede recibir esta obra. Sin embargo, quiero dejar bien claro desde el principio que este libro no va dirigido exclusivamente a la gente mayor, sino también a todos aquellos que, por unos motivos o por otros, acompañan a las personas mayores. Te da mucha luz y te orienta en temas que, probablemente, nunca te habías planteado. Por lo menos, eso me ha ocurrido a mí.