Dickens, Charles: Nuestro amigo común. Mondadori, Barcelona, 2010. 1.184 páginas. Introducción de Adrian Poole. Traducción de Damián Alou Ramis. Comentario realizado por Jorge Sanz Barajas.
Nuestro amigo común es la novela ignorada de Dickens. Cualquier lector o lectora reconoce dentro de su historia emocional títulos como David Copperfield, Oliver Twist o Cuento de Navidad, pero difícilmente incluiría en ese rango otras como Casa desolada, Tiempos difíciles o Grandes esperanzas. Es probable que ni siquiera sepa de la existencia de Nuestro amigo común, a mi juicio la más sólida de las producciones de Dickens.
Fue la última novela que Dickens consiguió terminar, y lo hizo al borde de la extenuación. Es, probablemente, la más perfecta de todas las que surgieron de su cálamo. Henry James, tan crítico con toda su obra, reconoce en Nuestro amigo común una mano experta en el arte de manejar argumentos y personajes que le había negado en la mayoría de sus obras anteriores. A juicio de Italo Calvino, estamos ante una de las mejores novelas del siglo XIX, una absoluta obra maestra de invención y técnica: «Los inicios de las novelas de Dickens suelen ser memorables –dice Calvino–, pero ninguno supera el principio de Our Common Friend, penúltima novela que escribió, última que terminó. Llevados por la barca del pescador de cadáveres, nos parece entrar en el reverso del mundo».