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lunes, 28 de agosto de 2023

Mark E. Thibodeaux: Recrear el examen ignaciano. Por Mª del Carmen Simón

Thibodeaux, Mark E.: Recrear el examen ignaciano. Nuevas formas de orar desde la vida diaria. Mensajero. Bilbao, 2017. 133 páginas. Comentario realizado por Mª del Carmen Simón.

El examen ignaciano es una buena herramienta para poder llegar a ser “contemplativos en la acción”, es decir, para buscar y encontrar a Dios en todas las cosas, y acercarnos un poco más al ideal de “en todo amar y servir”. No es un examen de conciencia, ni se trata de ver únicamente mis pecados, sino de revisarnos cada día con el Señor, para descubrir dónde y cómo se ha hecho presente, y cómo me invita a seguirle más y mejor en lo concreto de mi vida. Este ejercicio diario de autoevaluación y reflexión es uno de los principios fundamentales de la espiritualidad ignaciana.

Mark Thibodeaux nos invita, en este libro, a explorar nuevas versiones del Examen, totalmente flexibles y modificables. En este cuarto de hora de oración diaria nos ofrece la posibilidad de adaptarla a las necesidades y situaciones personales para ir mejorando nuestra respuesta al Señor en nuestra vida cotidiana. 

¿Cambiaría hoy san Ignacio algo en la forma de hacer el Examen, teniendo en cuenta lo que ha cambiado la sociedad en la que vivimos y desde la mentalidad de la persona del siglo XXI? Tal vez esta es la pregunta que se ha hecho el autor. Desde su misión de maestro de novicios, como profundo conocedor de la

lunes, 31 de julio de 2023

Mark E. Thibodeaux: Recrear el Examen ignaciano. Por Jesús Ángel Rodríguez

Thibodeaux, Mark E.: Recrear el Examen ignaciano. Nuevas formas de orar desde la vida diaria. Mensajero. Bilbao, 2020. 134 páginas. Traducción de Milton Elliot Jensen. Comentario realizado por Jesús Ángel Rodríguez.

¿Estás cansado de hacer el Examen ignaciano?

San Ignacio propone en los Ejercicios Espirituales que la mejor manera de encontrar a Dios y sus bendiciones en la vida cotidiana es haciendo esta breve meditación. En ella, también repasamos para encontrar las cosas que no han ido tan bien: momentos en los que nos ha dolido algo que nos ha pasado o en los que hemos pecado o cometido un error. Habiendo dado gracias por las bendiciones y pedido perdón por los errores, miramos al día siguiente buscando los desafíos y oportunidades que tendremos por delante. Digo breve porque el propio santo determina que no debe durar más de 15 minutos. Su estructura es muy sencilla: Damos gracias, Pedimos luz, Repasamos el día y reconocemos los fallos, Pedimos perdón y Rezamos por el día siguiente.

Este libro nos invita a introducirnos en una nueva manera de realizar el Examen. Así, se proponen treinta y cuatro exámenes, que se corresponden con el tradicional y treinta y tres adaptaciones. Plantear preguntas ligeramente distintas cada día deparará resultados asimismo ligeramente distintos, y ello volverá más dinámica y estimulante la experiencia. Todos los exámenes llevan al mismo lugar: