Merodio Atance, Julia: Via crucis de la vida. Paulinas, Madrid, 2020. 35 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
Al Via crucis del testigo, al Via crucis de la familia, al Via crucis de las bienaventuranzas y al Via crucis contado por María, ahora hay que añadir el Via crucis de la vida. Y, de nuevo, nos planteamos la misma cuestión: ¿qué puede aportar nuevamente Julia Merodio al Via crucis?, ¿qué puede decir que no haya dicho ya?
Para empezar, se trata de un cambio fundamental de foco. En este Via crucis, el foco está puesto en el hecho de que todos los que acompañaron a Jesús, en el camino del Calvario, volvieron a casa transformados interiormente. Como consecuencia, se trata de darles voz: Judas, un miembro del Sanedrín, Pilato, un verdugo, un testigo anónimo, la Madre, la Verónica, el Cireneo, las mujeres del camino, Jairo, el buen ladrón, el centurión, Nicodemo, José de Arimatea y María Magdalena. Todos ellos fueron testigos. Todos ellos acompañaron. Como veis, hay todo tipo de personajes. Y es importante escucharlos a todos. No solo a los buenos. Estos, de tanto hablar, ya solo dicen cosas intrascendentes.
Sin embargo, algo nuevo hay en este Via crucis. Los personajes no se limitan a hablar y a decir lo que ven (como en los anteriores), sino que se centran en lo que sienten. Esto le da mayor calado a cada estación, y nos puede ayudar a nosotros a profundizar en el acompañamiento a Jesús en este camino de la cruz.