Martínez-Gayol, Nurya: Los excesos del amor. Figuras femeninas de Reparación en la Edad Media (siglos XI-XIV). UPCo-San Pablo, Madrid, 2012. 358 páginas. Comentario realizado por Gabino Uríbarri.
La profesora de teología dogmática de la Universidad Pontificia Comillas, Nurya Martínez-Gayol, ACI, está embarcada en un estudio teológico e histórico de la espiritualidad de la reparación. Un primer volumen [N. Martínez-Gayol (dir.): Retorno de amor. Teología, historia y espiritualidad de la reparación. Sígueme, Salamanca, 2008] versó sobre los fundamentos teológicos, su historia y sus conexiones con la liturgia (penitencia y eucaristía). Este nuevo libro es una continuación y profundización del anterior.
La estructura de la monografía es muy clara. Tras una breve introducción, un primer capítulo (pp. 21-91) aborda la teología de la reparación, manejando un volumen considerable de bibliografía. El hilo conductor lo proporciona una doble clave: las intervenciones de Benedicto XVI sobre la reparación, o los aspectos implicados en la misma, especialmente en su encíclica Spe salvi. Así, segundo, se nos lleva a considerar tres radicales fundamentales: el sufrimiento, la compasión y la justicia. Los tres se enhebran en una gran profundidad en la reparación, que básicamente se presenta como un exceso de amor, como un plus de amor. Es el amor de Dios que se revela en Cristo Jesús, en su pasión y en su corazón traspasado. Quienes descubren este amor son llamados a vivir también ese exceso, uniendo sus corazones y sus sufrimientos a los de Cristo. Así, se hacen colaboradores de la misión redentora de Cristo.
Los cinco capítulos restantes mantienen una estructura común: vida y contexto, aportaciones a la espiritualidad de la reparación, actualización para hoy e información bibliográfica básica. De este modo desfilan ante nosotros cinco figuras femeninas medievales de gran altura: Hildegarda de Bingen, Lutgarda de Aywières, Gertrudis de Helfta, Ángela de Foligno y Catalina de Siena. Se interrogan sus escritos, con las cautelas precisas, pero se mira ante todo a la espiritualidad vivida, en la que el amor desbordante y excesivo es la clave fundamental. Finalmente, en un epílogo (pp. 339-358) se sistematizan las aportaciones de estas mujeres, desde una clave contemporánea, valorando sus aportaciones y limitaciones, sugiriendo pistas para vivir hoy una espiritualidad que se ancla en el exceso de amor, que lleva a la identificación voluntaria con Cristo sufriente y a la colaboración activa en su misión (atención a los pobres, pecadores) y en su pasión. Quien esté interesado en una actualización de esta espiritualidad o la desconozca, encontrará aquí material abundante para su meditación y enriquecimiento.
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