Romay Pereira, Olga: El jugador de ajedrez. Editorial Libros En Red, 2007. 396 páginas. Comentario realizado por Jesús Ángel Rodríguez.
El protagonista es el obispo Juan, personaje real que aparece en las crónicas de Alfonso XI. Compró el cargo de obispo de Lugo en Avignon, La ciudad de Lugo estaba excomulgada por haber expulsado al anterior obispo. Los sucesos del final del libro también son reales y aparecen en las mencionadas crónicas.
Para nosotros que una ciudad esté excomulgada es un hecho que nos produce indiferencia, pero hay que ponerse en la piel de los habitantes del siglo XIV para comprender que es un hecho muy importante: no poder ser enterrado en sagrado, no poderse casar (vivir en pecado), no bautizar a los niños (con la carga de superstición que tenía en ese momento), etc., que hizo que muchos burgueses abandonaran la ciudad para evitar todos los problemas que conlleva la excomunión. Aquí es donde radica la belleza de esta novela, nos hace sentir lo que debieron vivir y sufrir los pobladores de Lugo en ese momento histórico.
Partiendo de los hechos históricos a los que me refería antes, la escritora va componiendo una trama que bien puede ser que pudiera ser cierta. Qué séquito tenía el obispo, de qué servidores se tiene que rodear, son aspectos que componen la historia y es lo que hace que nos interese porque, aunque no seamos especialistas en la época, nos parece totalmente creíble. El obispo es un señor feudal de la ciudad de Lugo y eso acarrea el proveerse de servidores que cumplan sus órdenes, que recaude impuestos para los gastos propios y de la ciudad.
Las bajas pasiones están en el fondo de todo, el poder, el dinero y el sexo tienen que estar presentes porque son, junto con el amor, lo que mueve el mundo. En el caso de las escenas de cama, al ser escritas por una mujer, están intuidas, no busques momentos sórdidos en esta novela que no los vas a encontrar.
El título de la novela se refiere a que el obispo Juan juega todas las noches con su alguacil / mayordomo / consejero / confidente, Eliseo.
Es una lectura amena y entretenida, además, como dijo Baltasar Gracián: “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. No te va a hacer estar pendiente de un montón de tramas como hacen otros “maestros” de la novela histórica, estos que escriben decenas de “pilares” escritos por otras tantas manos que luego firman como autor cuando deberían firmar como “editor”.
Olga Romay Pereira nació en Lugo en 1967. Actualmente ejerce como profesora titular en un instituto público de enseñanza secundaria.
Novelas escritas: Mareas negras, El jugador de ajedrez, Los hijos del senador, Cuando fuimos dioses, Bajo el cielo de Alejandría, El ascenso de Pericles.
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