Castelao, Pedro: La visión de lo invisible. Contra la
banalidad intrascendente. Sal Terrae, Santander, 2015. Colección “Presencia
Teológica” 219. 176 páginas. Prólogo de Andrés Torres Queiruga. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
Libro valiente, osado, atrevido.
El título ya nos habla de límites que están llamados a ser trascendidos. Nos
invita a algo que, a priori, se nos aparece como antitético, inasumible por el
ser humano. El subtítulo, por otra parte, tiene algo de agresivo (“contra…”),
de inconformista. ¿Es posible, en nuestro líquido presente, enfrentarse a algo
si no es desde una presencia que, al menos, podamos intuir como mínimamente
sólida? Este es el quid de la
cuestión.
Pedro Castelao (Ribera, 1975),
profesor de antropología teológica en la Universidad Pontificia Comillas, no lo
duda. Y como laico, padre de tres hijos (en pocos libros un autor se retrata
tanto como en este), se ve en la necesidad de plantear ciertas cuestiones que
puedan ayudarles a orientar sus vidas desde una apertura a la trascendencia. El
objetivo es que, cuando estos sean mayores, puedan leer lo que les ha escrito su
padre y que su lectura les pueda “ayudar a descubrir la presencia del Absoluto
que todo lo sostiene”.
Así pues, el autor plantea un itinerario jalonado en cinco partes, que forman como un “semicírculo, un arco o una parábola”. El capítulo 1 (Todos buscamos al Absoluto. La razón religiosa y el trasfondo de lo finito) marca un movimiento inicial de ascenso. Se trata de tomar conciencia de todo lo que nos rodea y que no podemos percibir: la visión de lo invisible. El capítulo 2 (La búsqueda de Anselmo. La razón metafísica y el Único Necesario) se centra en el argumento ontológico que san Anselmo planteó en el siglo XI y con el que trata de mostrar la existencia de Dios a partir del propio concepto que tenemos de Él como el ser mayor más allá del cual nada puede ser pensado. Tras un análisis pormenorizado del tema, el autor concluye que «su ausencia categorial es su particular forma de presencia. A esto lo llamo carácter ultracreatural de Dios. Esto es lo que significa trascendencia».
Así pues, el autor plantea un itinerario jalonado en cinco partes, que forman como un “semicírculo, un arco o una parábola”. El capítulo 1 (Todos buscamos al Absoluto. La razón religiosa y el trasfondo de lo finito) marca un movimiento inicial de ascenso. Se trata de tomar conciencia de todo lo que nos rodea y que no podemos percibir: la visión de lo invisible. El capítulo 2 (La búsqueda de Anselmo. La razón metafísica y el Único Necesario) se centra en el argumento ontológico que san Anselmo planteó en el siglo XI y con el que trata de mostrar la existencia de Dios a partir del propio concepto que tenemos de Él como el ser mayor más allá del cual nada puede ser pensado. Tras un análisis pormenorizado del tema, el autor concluye que «su ausencia categorial es su particular forma de presencia. A esto lo llamo carácter ultracreatural de Dios. Esto es lo que significa trascendencia».