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miércoles, 18 de abril de 2018

Battista Borsato: Creer hace bien. Por José Ignacio Vitón

Borsato, Battista: Creer hace bien. Pasos para abrir caminos y dibujar horizontes. EDE, Madrid 2017, 184 páginas. Traducción de M. M. Leonetti. Comentario realizado por José Ignacio Vitón.

Nuestro pasado siglo XX ha estado repleto de descubrimientos en todos los ámbitos de la ciencia. El siglo XXI ha heredado un progreso espectacular desde el punto de vista técnico y es lugar común plantear visiones futuristas llenas de optimismo. Sin embargo, no es menos cierto que también es un siglo nostálgico y probablemente esto vaya en aumento en los próximos años. Tomado prestado a Kierkegaard, una de sus afortunadas expresiones: “La vida se vive hacia delante pero se comprende hacia atrás”, tendríamos que reconocer que para comprender la existencia tenemos nostalgia de Dios. En la segunda parte del siglo XX la reflexión teológica dio a luz magníficas síntesis cristológicas. Dios estaba en el horizonte y se trataba de dar cuenta de ese nudo gordiano entre el Jesús humano y divino, plenamente hombre y plenamente Hijo de Dios. Lo mejor de una Cristología descendente y de una Cristología ascendente se dieron la mano. Con el tiempo fue Dios el que se fue diluyendo y ya la cultura no le reconocía como obvio y mucho menos como esencial para la autocomprensión del hombre y del mundo. La Cristología dejó de ocupar el primer plano y Dios mismo se hizo problema. Cada vez más gente parecía en Occidente cómodamente instalada en la inmanencia. La transcendencia se abría paso a través de una amalgama de espiritualidades que se ofrecían como sustitutivos de la teología y en definitiva de la religión.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Battista Borsato: Un Dios humano. Por Lluís Salinas Roca

Borsato, Battista: Un Dios humano. EDE, Madrid, 2017. 198 páginas. Traducción de Carmen Ternero Lorenzo. Comentario realizado por Lluís Salinas Roca.

¿En qué sentido se debe entender que Dios es absoluto? ¿Puede existir Dios más allá de su ámbito y estar presente en “el nuestro”? ¿Podemos “vivir sin Dios”, sin disponer de Él como quien viene a resolver lo que para nosotros no tiene solución? ¿Vivimos nuestra relación con Dios como adultos que saben vivir sin Él (aunque Dios no nos abandone nunca) o esperamos que Dios nos saque las castañas del fuego? Preguntas como estas son las que Battista Borsato se cuestiona en Un Dios humano. Cuestiona eso que, respecto a la propia fe y a la propia religión, se da por hecho y no se pone en duda... quizá por miedo a encontrarse uno desprotegido ante la posibilidad perenne del “¿y si en realidad estoy solo ante el mundo?”. 

Para hacerlo, el autor recurre a la experiencia de Dietrich Bonhoeffer, el pastor y teólogo reformado, ejecutado por el régimen nazi en 1945, que fundó la Iglesia confesante para luchar contra la deriva nacional-socialista que arrasó con la libertad, la democracia y el cristianismo en Alemania. En su razonamiento, Bonhoeffer propone una imagen radicalmente cristiana de Dios. Pide dejar de concebir a Dios como un absoluto que convierte a las personas en dioses que pueden vivir a su antojo. El ser humano está hecho del límite, del límite que vive como criatura creada y en esa condición es en la que el ser humano debe relacionarse con Dios. No considerar el propio límite es “una forma moderna de idolatría capaz de ocultar la auténtica situación de miseria ante Dios”. Por eso, Bonhoeffer se pregunta si el ser humano podría vivir ante Dios sin recurrir a los “beneficios” de saberse con Dios o si se puede ser cristiano sin religión, pues la relación última con Dios es la que se establece en el más absoluto vacío, solamente llenado por su presencia. 

Un Dios humano es un libro de lectura ágil sobre teología puesta a disposición de cualquier persona que se atreva a cuestionarse su fe y en el que su autor intenta confrontar al lector con la raíz del cristianismo, Jesucristo mismo, para encontrar cuál es la relación profunda entre la idea de religión y el ser cristiano, la idea de Dios y uno mismo y, en definitiva, el sentido de la fe que cada uno profesa. De hecho, en el libro se nota la huella de la experiencia pastoral del autor. Borsato es profesor de teología y párroco en Vicenza (Italia) donde trabaja directamente en la pastoral familiar. Tanto es así que, pese a estar escrito para el público en general, en el libro se pueden encontrar diversas referencias a la vivencia de la fe en el matrimonio.