Amoraga, Carmen: La vida era eso. Destino, Barcelona, 2014. 320 páginas. Comentario realizado por Jesús Ángel Rodríguez.
Llegué a esta novela por ser la ganadora del Premio Nadal 2014. Reconozco que tengo debilidad por estos premios desde que leí La Sombra del Ciprés es Alargada, cuando estaba en BUP y me dejó impactado. No tenía ni idea de qué iba el libro hasta que empecé a leerlo. De repente veo que se trata de una mujer que pierde a su marido en poco más de un año debido a un cáncer fulminante y narra cómo la viuda intenta salir adelante. Resulta que es el tercer libro que leo de esta temática. El primero fue La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero; el segundo, Una pena en observación, de C.S. Lewis. Las dos reseñas las tengo colgadas en este blog. En el de Rosa Montero, narra el diario de Marie Curie, que escribió un diario durante un año tras la muerte accidental de su marido. El de C.S. Lewis es el fruto de los cuatro cuadernos que escribió tras la muerte de su mujer. En este caso transcurre poco más de un año desde la muerte de William, el marido de Giuliana.
Lo primero que tengo que decir es: “Insensibles, abstenerse”. Giuliana y William son un matrimonio argentino con dos hijas que viene a vivir a España por el trabajo de él. Cuando hablan los protagonistas, lo hacen en argentino y hasta que te acostumbras pasan algunas páginas. El libro arranca con la despedida que hace Giuliana simulando ser su marido utilizando su muro de Facebook. Seguirá hablando por boca de su marido hasta que ella misma decide crear un perfil de Facebook, al principio para mandar mensajes a su marido, pero poco a poco va escribiendo para los amigos que va incorporando a su perfil. Van apareciendo otras historias de gente que se cruza con ella. Es importante el grupo de terapia de familiares de pacientes de cáncer. También conocemos parte del pasado de la propia Giuliana. No era un matrimonio idílico y ahí está lo bonito de la novela.
Lo primero que tengo que decir es: “Insensibles, abstenerse”. Giuliana y William son un matrimonio argentino con dos hijas que viene a vivir a España por el trabajo de él. Cuando hablan los protagonistas, lo hacen en argentino y hasta que te acostumbras pasan algunas páginas. El libro arranca con la despedida que hace Giuliana simulando ser su marido utilizando su muro de Facebook. Seguirá hablando por boca de su marido hasta que ella misma decide crear un perfil de Facebook, al principio para mandar mensajes a su marido, pero poco a poco va escribiendo para los amigos que va incorporando a su perfil. Van apareciendo otras historias de gente que se cruza con ella. Es importante el grupo de terapia de familiares de pacientes de cáncer. También conocemos parte del pasado de la propia Giuliana. No era un matrimonio idílico y ahí está lo bonito de la novela.