García Roca, Joaquín: El mito de la seguridad. PPC, Madrid, 2006. 187 páginas. Comentario realizado por Juan Antonio Irazabal.
Han pasado más de veinte años desde el final de la «guerra fría». Se anunciaba una nueva era de paz y seguridad. Íbamos a beneficiarnos de los «dividendos de la paz». Hoy, aquellas esperanzas se han desvanecido. Incluso podría decirse que el problema de la inseguridad se ha vuelto más obsesivo, si no en la realidad, ciertamente en el discurso de los políticos más influyentes.
Se habla mucho de inseguridad y se simplifica mucho. Se simplifica a la hora de diagnosticar las causas y de proponer remedios al problema. Felizmente, el autor de la obra que aquí presentamos, doctor en Sociología, Filosofía y Teología, está, por su misma formación, vacunado contra las visiones parciales y superficiales de esta faceta de la vida humana. No sólo de la época actual. Pues, como nos lo recuerda de entrada, los riesgos son el tributo de la acción humana. Más aún: la asunción de ciertos riesgos constituye una de las fuentes de la superioridad de la especie humana.
Hoy llama la atención el hecho de que los avances técnicos, en lugar de hacer desaparecer la inseguridad, parece que la están alimentando: los medios de transporte más rápidos parecen los más amenazados. ¿Las sociedades avanzadas serían las más inseguras? Afirmarlo equivaldría a no ver en el mundo actual más amenaza que la del terrorismo (el hambre, las enfermedades y la falta de agua potable causan muchísimas más víctimas) o a pensar que los muertos en otras latitudes pesan menos.