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miércoles, 19 de marzo de 2025

Joaquín García Roca: Espiritualidad para voluntarios. Por Alicia Ruiz López de Soria

García Roca, Joaquín: Espiritualidad para voluntarios. Hacia una mística de la solidaridad. PPC, Madrid, 2011. 206 páginas. Comentario realizado por Alicia Ruiz López de Soria.

Estamos ante un libro de pensamiento en el que se constata que la vida, la palabra y el pensamiento son inseparables. Joaquín García Roca comparte nuevamente su experiencia reflexionada en el campo de la solidaridad, el voluntariado, los movimientos sociales..., ahora desde el eje de la espiritualidad. Y lo hace así porque considera que el mundo del voluntariado «se encuentra hoy ante el dilema de caminar hacia la fragmentación por sectores y ámbitos o hacia la única nave, la humanidad; el primer itinerario necesita ideologías, el segundo requiere espiritualidad». Este texto tiene el propósito de colaborar en la actualización de una espiritualidad para el voluntariado del siglo XXI. 

García Roca considera necesario beber de los patrimonios de la humanidad para encontrar una espiritualidad común que nos ayude a dar más de sí, ir más lejos de lo que nos aprisiona y mirar más profunda e integralmente la realidad y la historia, situándonos en espacios de encuentro a gentes diversas y plurales en culturas y confesiones. Espiritualidad para voluntarios reflexiona sobre la necesidad de explorar espacios de encuentro entre las grandes experiencias espirituales de la humanidad, con el fin de construir una espiritualidad común para un mundo único e interdependiente, trans-religiosa – cotidiana – ecológica; «una espiritualidad de

martes, 24 de enero de 2017

Joaquín García Roca: Cristianismo. Por Xavier Quinzá Lleó

García Roca, Joaquín: Cristianismo. Nuevos horizontes, viejas fronteras. Diálogo, Valencia, 2016. 258 páginas. Comentario realizado por Xavier Quinzá Lleó (Centro Fe-Cultura Pignatelli, Zaragoza).

Fronteras que nos hacen pensar la fe. También en la elaboración teológica del cristianismo, las fronteras “nos piensan a nosotros”. Quizá esta convicción esté determinando todo el arco, complejo y fecundo, del pensamiento de este excelente y último libro de Joaquín García Roca. Me parece un buen ejemplo de lo que se ha dado en llamar “teología contextual”. No es que pensemos las fronteras y los desafíos de la experiencia de la fe en cada contexto, es que son ellas las que nos piensan, y, por tanto, marcan las lindes de una reflexión deudora siempre, tanto de la exploración intelectual como de la misma obediencia de la fe. Creo que es el libro más teológico de un creyente sociólogo e investigador y activista social de primer orden en nuestro país.

Dividido en cuatro partes, se inicia en una especie de “ruptura instituyente” como nueva residencia mental y cordial para el cristianismo. Desde esta situación, entre lo viejo que decae y lo nuevo que despunta, se encuentra un pensamiento impregnado de tantas mutaciones (sociales, culturales y políticas) que tienen a la globalización del sufrimiento como marca que puede incubar la fidelidad al Evangelio. Y entre los desafíos y los arraigos (primera y tercera parte) se encuentra la segunda: un llamado “punto de fuga”, que es nada más y nada menos que el acontecimiento Jesús de Nazaret. Narrado y debatido entre la fe y la historia, se convierte en la clave tanto de la respuesta cristiana a los desafíos, como de los arraigos vitales de la fe. En la tercera parte, “Arraigos y Horizontes”, es donde se despliega la posibilidad de la existencia cristiana que abre la realidad y le aporta unas posibilidades inéditas desde los dinamismos de la fe, esperanza y amor. En ella el autor se muestra como el teólogo lúcido y profundo que siempre ha sido. Termina el libro con una cuarta parte en donde presenta los ensamblajes de un cristianismo que, sin ser del mundo, tiene que hacer vibrar los nuevos mimbres de su aportación “en medio del mundo”.

Un libro de sabiduría creyente, muy notable para todos aquellos que pretendemos dar un contexto cultural y social a la vivencia de la fe en Jesús. Preñado de frases cortas y lapidarias, como nos ha acostumbrado el aliento poético del autor. Ximo es un teólogo que siempre seduce y abre horizontes nuevos en fronteras que, en lugar de dividir, apremian y desestabilizan, para poder dar razón a nuestra “pequeña hermana” esperanza.

viernes, 7 de octubre de 2016

Joaquín García Roca: El mito de la seguridad. Por Juan Antonio Irazabal

García Roca, Joaquín: El mito de la seguridad. PPC, Madrid, 2006. 187 páginas. Comentario realizado por Juan Antonio Irazabal.

Han pasado más de veinte años desde el final de la «guerra fría». Se anunciaba una nueva era de paz y seguridad. Íbamos a beneficiarnos de los «dividendos de la paz». Hoy, aquellas esperanzas se han desvanecido. Incluso podría decirse que el problema de la inseguridad se ha vuelto más obsesivo, si no en la realidad, ciertamente en el discurso de los políticos más influyentes.

Se habla mucho de inseguridad y se simplifica mucho. Se simplifica a la hora de diagnosticar las causas y de proponer remedios al problema. Felizmente, el autor de la obra que aquí presentamos, doctor en Sociología, Filosofía y Teología, está, por su misma formación, vacunado contra las visiones parciales y superficiales de esta faceta de la vida humana. No sólo de la época actual. Pues, como nos lo recuerda de entrada, los riesgos son el tributo de la acción humana. Más aún: la asunción de ciertos riesgos constituye una de las fuentes de la superioridad de la especie humana.

Hoy llama la atención el hecho de que los avances técnicos, en lugar de hacer desaparecer la inseguridad, parece que la están alimentando: los medios de transporte más rápidos parecen los más amenazados. ¿Las sociedades avanzadas serían las más inseguras? Afirmarlo equivaldría a no ver en el mundo actual más amenaza que la del terrorismo (el hambre, las enfermedades y la falta de agua potable causan muchísimas más víctimas) o a pensar que los muertos en otras latitudes pesan menos.