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lunes, 10 de diciembre de 2012

Joseph Ratzinger: La infancia de Jesús. Por Javier Sánchez Villegas

Ratzinger, Joseph: La infancia de Jesús. Planeta, Barcelona, 2012. 138 páginas. Traducción de J. Fernando del Río, osa. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.

Lunes, 8:30 am. Llego a una clase de 2º de ESO. Paso lista. Antes de decir nada, veo que hay cinco manos levantadas. Pregunto que qué pasa. Me disparan los alumnos a bocajarro: Oiga, ¿es verdad que el Papa ha dicho que no había ni buey ni mula en el establo cuando nació Jesús? Me siento incómodo, porque no he leído el libro todavía y no me fío nada de lo que dicen los periódicos.
Lunes, 9:20 am. Siguiente clase. También 2º de ESO. Paso lista. Tres manos levantadas. Antes de que me pregunten, ya digo que no me he leído el libro, pero que lo haré cuanto antes y ya les responderé.
Podría seguir con el resto de las clases, pero os podéis hacer una idea de que fue un día muy movidito con el dichoso buey y la mula. Algunos alumnos, ingenuos ellos, me preguntaban si los tenían que quitar del belén. No, no quitéis nada. El Papa no ha dicho nada que no supiéramos antes. No, no salen en los evangelios, pero sí están en la tradición de los belenes. Sí, fue san Francisco de Asís. Sí, en el siglo XIII.
Luego estaban los listos, muy informados ellos. Oiga, ¿es verdad que dice el Papa que los Reyes Magos provenían de Andalucía? Dios mío. Y yo sigo sin haberme leído el libro. Me impresiona la capacidad que tienen los chicos de empaparse de toda información que les pueda resultar divertida, motivadora o rompedora.
Efectivamente, el lunes por la tarde me fui a comprar el libro del Papa. Lo hacía como creyente que quiere saber qué es lo que dice la cabeza de la Iglesia y como profesor. Y ahora mismo no me atrevería a decir cuál de los dos motivos pesaba más. El hecho es que ese mismo lunes me lo empecé a leer, y ahora ya me atrevo a contestar a mis alumnos con conocimiento de causa. Y ese mismo conocimiento de causa me lleva a pensar que los periodistas podrían ser un poquito más serios. Cierto. Pero también que la gente debería ir a las fuentes para enterarse bien de las cosas, y no quedarse en los titulares de los periódicos y de las noticias de los telediarios.
Dicho todo esto, pasamos a comentar el libro de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.