Annunciata, Enza y Paganelli, Rinaldo: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó. Gestos de misericordia. Sal Terrae, Santander, 2013. 152 páginas. Traducción de José Pérez Escobar, Comentario realizado por Libris Liberi.
Una obra coral a dos voces. Ella, médica oncóloga, de la Institución Teresiana; él, sacerdote dehoniano, especialista en catequesis y pastoral juvenil; ambos, apasionados por el Evangelio y por los hijos preferidos de Dios. A lo largo de diez capítulos, van entrelazando armónicamente una voz narrativa con otra reflexiva; una más descriptiva con otra contemplativa. Así van brotando páginas deliciosas e incisivas, tiernas y rotundas, lúcidas y cálidas. Como el Evangelio, como la vida.
Destaco cuatro rasgos que me han resultado particularmente estimulantes. Uno, el énfasis de toda la primera parte de la obra en un enfoque espiritual dinámico (somos caminantes que compartimos el movimiento descendente del Dios Compasivo, lo cual nos lleva a una vida marcada por encuentros y miradas) que evita la aproximación fundamentalmente moral y el planteamiento estático. Segundo, un subrayado presente en el libro y en el subtítulo del original italiano, un tanto difuminado en la traducción española: «recibir de aquellos a quienes encontramos en el camino». Es decir, la dinámica de dar y recibir. Tercero, el sugerente capítulo cuarto (pp. 55-63), que sabe vincular la espiritualidad de la acogida con cuestiones de filosofía política de gran relevancia. Cuarto, las agudas reflexiones en torno a la limosna (pp. 132-136), a la vez interpelantes y abiertas a la discusión.
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