Silf, Margaret: El camino de la sabiduría. Mensajero, Bilbao, 2006. 194 páginas. Comentario realizado por Marta Sánchez.
Margaret Silf describe en este libro el sentido de la sabiduría religiosa en relación con la cosmología, la biología, la cultura y la Sagrada Escritura. La autora, especializada en espiritualidad y formada en el acompañamiento espiritual ignaciano, nos invita a descubrir a Dios Padre Creador en el saber de todas las épocas y tiempos.
En siete breves capítulos, M. Silf esboza cómo la sabiduría divina está entremezclada con diferentes representaciones sapienciales. Éstas son: la sabiduría originaria, la natural, la aborigen, la del desierto, la orientadora, la de la vida y la evolutiva. Además, estas manifestaciones son los títulos que encabezan cada uno de los capítulos que componen el libro. En cada uno de ellos se va analizando las huellas de Dios en el universo, en el hombre y en el mundo a partir de esta idea: el hombre no es sólo polvo de estrellas, sino un ser en busca de sentido. La autora afirma que el camino del saber es un medio para alabar a Dios. Sólo Dios es sabio. La verdadera sabiduría es encontrarse con Dios.
Por eso, al final de cada página hay una sentencia o máxima en relación con el texto citado. De esta forma se invita al lector a detener su lectura y meditar sobre lo anteriormente leído. Por ejemplo, al hablar de la sabiduría aborigen, nos encontramos con frases tales como: «Si quieres entender al Creador, entiende su creación» (San Columbano); «Ayúdame a aprender las lecciones que has escondido en cada hoja y en cada roca» (oración de los indios norteamericanos)... También Margaret Silf interroga directamente al oyente con preguntas en medio de su investigación, como: «¿qué es lo que perdemos cuando no respetamos los ritmos de nuestros cuerpos, mentes y corazones?» o «¿cómo hemos de reflexionar sobre nuestra experiencia para sacar a la luz la sabiduría que esconde?».
Tal y como la autora va desarrollando a lo largo del libro, la sabiduría divina se manifiesta en las diversas ciencias y saberes de todos los tiempos. No es una idea original, sino que a lo largo de toda la historia del pensamiento se ha visto la relación entre creador y creación, en diversos autores. Véanse las numerosas citas que salpican toda la obra. En conclusión, este breve compendio es un sencillo recurso para afirmar que la creación no es sólo un evento empírico, sino también un suceso de fe. Como dijo el autor del Génesis: «Y vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno» (Gn 1,31).
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