Baños, Pedro: La encrucijada mundial. Un manual del mañana. Ariel, Barcelona, 2022. 605 páginas. Comentario realizado por Leandro Sequeiros (Colaborador de la Cátedra CTR y presidente de ASINJA --Asociación Interdisciplinar José de Acosta-. Correo: lsequeiros@jesuitas.es).
Parece ser que la lucha ideológica, política y militar de los Estados poderosos por el dominio del mundo podría ser el hilo conductor de los cuatro densos y bien documentados volúmenes del coronel Pedro Baños. Hasta el momento he leído, anotado y criticado los cuatro citados en la bibliografía.
Coronel del Ejército de Tierra y diplomado del Estado Mayor, actualmente en situación de reserva, Pedro Baños ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo del Ejército Europeo en Estrasburgo, entre otros lugares. Se ha formado en una docena de países, incluyendo Turquía, Israel y China. Es magíster en Defensa y Seguridad por la Universidad Complutense de Madrid. Ha participado en misiones en Bosnia y Herzegovina (UNPROFOR, SFOR y EUFOR), y hoy es uno de los mayores especialistas en geopolítica, estrategia, defensa, seguridad, terrorismo, inteligencia y relaciones internacionales.
Hasta el momento, es autor de cuatro estudios preñados de datos: Así se domina el mundo: desvelando las claves del poder mundial (Ariel, 2017), El dominio mundial: elementos del poder y claves geopolíticas (Ariel, 2018), El domino mental: la geopolítica de la mente (Ariel, 2020) y el que ahora reseñamos, La encrucijada mundial. Un manual del mañana (Ariel, 2022).
Aunque los cuatro se sitúan en una línea argumental similar, no cabe duda de que los escenarios mundiales son ahora muy diferentes (y van a serlo más en los próximos años) de lo que eran hace menos de una década. La palabra “dominio” aparece en el título de los tres primeros volúmenes (2017-2020). Pero, aunque no se alude a ella en este cuarto volumen, el dominio, el poder, el supremacismo mundial sigue siendo la melodía de fondo de esta gran sinfonía.
Como escribe el propio autor, “las fórmulas del siglo pasado ya no son válidas. Hemos entrado de lleno en la era digital, una verdadera revolución industrial, económica y social, cuyos efectos apenas empezamos a vislumbrar” (p. 15). No estamos en una época que cambia, sino en un cambio de época. Y esta hipótesis (fácilmente contrastable) añade una dosis de interés a la lectura de estos volúmenes.
El volumen La encrucijada mundial (2022) está estructurado en diez extensos capítulos. Los seis primeros (360 pp.) se agrupan bajo el epígrafe “La encrucijada mundial” y los cuatro siguientes miran al futuro y tienen como lema “Manual del mañana: guía para salir de las encrucijadas” (126 pp.). A estos se añaden tres extensos anexos: “Agenda 2030: entre la utopía y el maxicontrol” (55 pp.), un “Epílogo” de 40 pp., y un “Decálogo del mañana: actúa para que los avances no se conviertan en retroceso” (4 pp.).
El autor es consciente de la complejidad de nuestro mundo y su cometido como autor: “Soy consciente de que me sumerjo en aguas turbulentas, en remolinos que me pueden arrastrar al fondo con suma facilidad […] He puesto toda mi energía en este proyecto, pues los ciudadanos lo precisan, lo exigen y lo merecen. Estoy seguro de que a muy pocos les agradará este libro en su totalidad” (p. 15).
Pedro Baños es pesimista respecto al futuro: “Quizá nos estemos dirigiendo hacia una ‘libertad asistida’, en el sentido de que el ser humano se verá en la necesidad de contrarrestar su falta de madurez, esa infantilización sutilmente impuesta, con alguna ayuda. Ese auxilio sería el internet de las cosas […] y difícilmente se podría volver a nuestra antigua libertad” (pp. 141-142). Tal vez deban ser los lectores quienes opinen: “Cuatro aspectos principales definen el momento actual: globalización [tal vez debió decir ‘globalismo’, que es el concepto en uso], posverdad, manipulación mediática y progreso tecnológico. Una inadecuada combinación de estos elementos ha dado lugar al período de mayor incertidumbre de la Historia” (p. 36).
Baños cree que hay que afrontar con madurez un futuro incierto: “Sin embargo, el futuro ya está aquí y tiene el propósito de quedarse. A lo largo de nuestra vida nos encontramos de forma permanente con numerosos riesgos y desafíos, que debemos afrontar de manera concienzuda y meditada. Y esto no puede dejarse para mañana. Si se desea mejorar lo que existe hoy, es necesario actuar ya. No es posible tener una esperanza ciega en la Humanidad, ni esperar que los problemas se resuelvan solos. Pero tampoco podemos vivir con una sensación permanente de angustia pensando que el mundo se acaba. Es necesario encontrar un punto intermedio en el cual no se precipiten las cosas, se actúe y se tomen decisiones meditadas para enfrentarse a un futuro cada vez más complejo, diverso y, por tanto, difícil de predecir. En definitiva, se trata de poner en marcha una neoevolución, un cambio completo de paradigma. ¿Te animas a conseguirlo juntos?” (p. 20).
El autor —como vemos— ha sentido reparos en utilizar la palabra ‘revolución’; y la palabra ‘evolución’ contiene para muchos el sentido darwinista de cambio con ‘gradualidad’, débil en un cambio de época. Y como desea darle más fuerza sin caer en el sentido que puede escandalizar de ‘revolución’, ha preferido proponer una ‘neoevolución’ (ver pp. 19-26), concepto que sería muy del gusto, por ejemplo, de Pierre Teilhard de Chardin. Pero tengamos en cuenta que Thomas S. Kuhn no tuvo inconveniente de hablar de “Estructura de las revoluciones científicas”. Baños no quiere asustar a sus lectores…
Y prosigue: “[…] En este contexto de máxima incertidumbre, surgen multitud de preguntas: ¿sigue siendo útil la democracia como único sistema político? ¿Será China la próxima gran potencia [mundial]? ¿Acabará Estados Unidos sufriendo una guerra civil? Las grandes multinacionales, ¿superarán a los Estados y serán dueñas de todos los recursos? ¿Seremos siervos, por pasividad o comodidad, de unas tecnologías que regirán nuestros destinos aprovechando nuestros datos y comportamientos? ¿Seguiremos construyendo y creando? ¿O se acerca una época de grandes destrucciones y disminuciones de población por guerras, pandemias o carestías?” (p. 22).
La salida parece estar todavía cerrada: “Lo cierto es que estamos en un contexto internacional muy preocupante, no solo en Europa, cuya situación particular se ha agravado con la guerra en Ucrania. La tensión puede degenerar en cualquier momento en una escalada que lleve a un enfrentamiento directo entre las grandes potencias” (pp. 568-569).
El texto siguiente, sacado de contexto, puede tener para los lectores el eco distópico de la novela 1984 de George Orwell: “Vivimos en un sistema económico, político, social y cultural que está orientado a un creciente control de los ciudadanos en pretendidas aras de su seguridad, y en real detrimento de su libertad. Un sistema pervertido que persigue los claros objetivos de mantener y aumentar las cotas de poder de los que manejan la sociedad, aunque estos sepan disimularlo a la perfección. Y no solo en el ámbito político, sino también en el empresarial y el sociocultural. Sin libertad, ¿es posible encontrar un sentido a la vida, un objetivo existencial? […]” (p. 31).
El lector se dirige a la contraportada y a las páginas finales en demanda de respuestas a las muchas preguntas: “…Hay que trazar estrategias imaginativas y eficientes que satisfagan las necesidades y aspiraciones de las poblaciones, y especialmente de la juventud. He aquí el gran reto de este libro. El tiempo apremia, los problemas son urgentes y la incertidumbre máxima. El mañana ya está aquí, y el manual para superar la encrucijada mundial lo tienes en tus manos” (contraportada).
Y concluye el coronel Baños con unas palabras que parecen abrirse a cierta esperanza humana y trascendente para los lectores: “Al final, la única manera de escapar de este futuro es una colaboración inteligente. Un aprendizaje a través de los demás y un fortalecimiento de nuestras capacidades mediante una educación basada en valores, ya que solo así podremos superar lo que nos espera. Pero eso solo depende de nosotros, ya que somos los únicos que tenemos poder para lograrlo” (p. 572).
Provocador y tal vez demasiado pesimista, Pedro Baños invita a los lectores a sentirse interpelados, a despertar del sueño que esta sociedad desesperanzada le tiene narcotizado distraído en una realidad virtual.
Completan el volumen las numerosas notas que aportan fuentes e información y una extensa bibliografía que hace de este volumen un material con una fundamentación científica solvente.
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