Ferrero Soler, María: Mi mente rota. Sal Terrae, Santander, 2007. 239 páginas. Comentario realizado por Jesús Sanjosé del Campo.
El libro presenta el recorrido vital de una mujer capaz de reconocer en su vida la existencia de una enfermedad mental crónica y la dificultad de aceptarla. Comienza planteando las circunstancias en las que la vida de una estudiante, hasta entonces brillante, se rompe y cómo, tras esa ruptura, se van recorriendo diferentes itinerarios siempre a la búsqueda de la normalidad…
De carácter autobiográfico, es un duro testimonio —por ello no recomendable para todos— de los caminos recorridos y del impacto de determinados acontecimientos sobre alguien que no entiende lo que le pasa en su interior.
Aunque está planteado desde una solución positiva, la aceptación de la enfermedad, es una descripción en vivo del trastorno bipolar. De ahí que no se eviten descripciones muy realistas de la oscilación entre determinados períodos de salud aparente y otros de enfermedad grave…
El resultado de esta descripción es también bipolar: por una parte, de denuncia a esa parte de la sociedad que no quiere aceptar trabajadores enfermos y, por otra, de agradecimiento a quienes son capaces de urdir tramas de amor también con el enfermo crónico mental.
El libro presenta el recorrido vital de una mujer capaz de reconocer en su vida la existencia de una enfermedad mental crónica y la dificultad de aceptarla. Comienza planteando las circunstancias en las que la vida de una estudiante, hasta entonces brillante, se rompe y cómo, tras esa ruptura, se van recorriendo diferentes itinerarios siempre a la búsqueda de la normalidad…
De carácter autobiográfico, es un duro testimonio —por ello no recomendable para todos— de los caminos recorridos y del impacto de determinados acontecimientos sobre alguien que no entiende lo que le pasa en su interior.
Aunque está planteado desde una solución positiva, la aceptación de la enfermedad, es una descripción en vivo del trastorno bipolar. De ahí que no se eviten descripciones muy realistas de la oscilación entre determinados períodos de salud aparente y otros de enfermedad grave…
El resultado de esta descripción es también bipolar: por una parte, de denuncia a esa parte de la sociedad que no quiere aceptar trabajadores enfermos y, por otra, de agradecimiento a quienes son capaces de urdir tramas de amor también con el enfermo crónico mental.
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