Pieris, Aloysius: El Reino de Dios para los pobres de Dios. Retorno a la fórmula de Jesús. Mensajero, Bilbao, 2006. 112 páginas. Comentario realizado por Mª José Herrería.
A veces resulta más difícil hablar de un libro que de otros. En ocasiones, se debe a la impresión negativa que nos ha producido su lectura. En otras, y éste es mi caso, es debido a cómo nos ha afectado su lectura interiormente y nos ha conmocionado. Y se hace difícil escribir, porque una es consciente de la pérdida de objetividad que ha sufrido.
Con este libro he perdido esa objetividad. Puedo decir cómo he encontrado puesto por escrito lo que venía intuyendo desde hacía un tiempo. Aloysius Pieris, jesuita, doctor en filosofía budista y en Teología, se dedica tanto a la indología clásica como a la teología y es considerado el principal teólogo de la liberación en Asia.
En este libro escribe para sus hermanos jesuitas. Pero lo que escribe sirve para cualquier creyente. A lo largo de seis capítulos enmarcados por una introducción y un apéndice, nos presentará lo que él describe como una lamentación, una crítica y un llamamiento. Lamentación y crítica que se van destilando a lo largo de los dos primeros capítulos, en un análisis de cómo el lenguaje que usamos sobre Jesús, los paradigmas contemplación-acción y fe-justicia «dificultan tanto el discernimiento como la práctica de nuestra misión en el mundo de hoy». Será preciso prescindir de estas dos fórmulas.
Cambiar de paradigma, nos dirá el autor; cambiar de «imagen de referencia». Éste es su llamamiento. Desaprender hábitos de pensamiento adquiridos del pasado y aprender de nuevo el lenguaje del Evangelio, el lenguaje eucarístico, el paradigma de la cristología de la alianza. Y desde ahí, en el capítulo cuatro, intenta recuperar la formulación de Jesús sobre la ley eterna del doble amor en función del Reino de Dios y de los pobres de Dios. Y desde ahí ir descubriendo cómo todas las relaciones también cambian: desde la celebración de la liturgia, la celebración de los sacramentos, la vida que se celebra y se vive en ellos, hasta la relación de amor con Dios y la concreción de ese amor con los hermanos.
En la tercera parte, bajo el título, sin proponérnoslo los jesuitas encontramos el camino adecuado. Afirma cómo en los documentos que elaboraron en sus reuniones aparece una nueva cristología que, de desarrollarse, les llevaría de regreso a la fórmula de Jesús. El nuevo paradigma: el amor es acción. Y en el capítulo sexto extrae de esta cristología algunas consecuencias prácticas de cara al diálogo interreligioso y a la inculturación.
Por último, en el apéndice responde a tres cuestiones disputadas, planteadas por un estudiante que había revisado sus escritos. Respuestas que ofrece a modo de clarificación de la tesis desarrollada en el libro.
Volver al evangelio, nos propone el P. Aloysius, les propone a sus hermanos jesuitas, para volver a buscar el Reino donde lo vivió Jesús, entre los pobres. Y desde ellos encontrarnos con Jesús y el Dios de Jesús y el Reino de Jesús, que nos espera allí para revelarnos su misterio.
Señalar como objeción que, en ocasiones, el lenguaje utilizado se mueve en el ámbito de la filosofía-teología, a las que pretende responder, pero que queda alejado del de cualquier creyente (paradigma, tautología, crisis epistemológica... no son vocablos usuales en la vida cotidiana de fe).
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