Peredo Pombo, José María: Esto no va de Trump. Un repaso ilustrado de la política internacional de Donald Trump. Los Libros de la Catarata y Atalayar, Madrid, 2020. 159 páginas. Comentario realizado por Alfredo Crespo Alcázar (Profesor de la Universidad Antonio de Nebrija y Vicepresidente 2.º de ADESyD).
Acercarse a la figura del actual presidente norteamericano implica dejar de lado las filias y fobias que tanto aquél como su país suscitan en la opinión pública. El profesor Peredo lo consigue con solvencia (consecuencia de su conocimiento del objeto de estudio) y con valentía (uno de los argumentos principales que permean a lo largo del libro es la defensa a ultranza de la democracia liberal, de la cual considera a Estados Unidos un referente acreditado). No obstante, también enfatiza que la democracia liberal viene sufriendo una crisis galopante en los últimos tiempos.
Este fenómeno se aprecia en el incremento de las opciones populistas (de derecha y de izquierda) y en el atractivo que generan ciertos dirigentes autoritarios con tendencia a socavar libertades fundamentales de los ciudadanos, en particular la de expresión. Trump representa un ejemplo de esta última tendencia, de tal modo que se podría incluir en una lista integrada por Putin, Xi Jinping, Maduro o Ergodan. Sin embargo, es ahí donde entra en juego el apego que los estadounidenses muestran hacia su trayectoria constitucional, garante de sus derechos a lo largo de más de dos siglos. Dicho con otras palabras: Estados Unidos disfruta de un sólido edificio institucional que evita que el presidente mute en un gobernante autoritario. Al respecto, esta estabilidad ha evitado la implementación de algunas de las recetas tan populistas como cortoplacistas que condujeron a Trump a la Casa Blanca (por ejemplo, la construcción del Muro con México). Todo ello ha provocado también la capitulación de quienes se regocijaban hablando de un final inminente de la democracia en Estados Unidos. En este sentido, el doctor Peredo sentencia que “la política en democracia es más compleja que en sistemas autoritarios o de signo populista que, como en Venezuela, mantienen a dirigentes de la oposición en la cárcel” (p. 153). En política exterior, los planes que Trump transmitió a sus compatriotas durante la campaña electoral de 2016 también han sufrido profundas alteraciones, si bien envueltas en vaivenes constantes.
En efecto, el aislacionismo se ha visto superado por la defensa de la oposición venezolana perseguida por el chavismo-madurismo así como por las intervenciones militares en Siria contra Al-Assad: “ha elegido, entre las tres opciones presentadas por su Estado mayor, la que causaba menos víctimas. Siete. Ha continuado con la estrategia del presidente Obama de marcar líneas rojas, pero al contrario que su predecesor ha sabido encontrar el momento para decirle al mundo y a los asesinos que la guerra solo está legitimada si se concibe como la antesala de la paz y se desarrolla con medios proporcionales y no asesinos” (pp. 131-132).
Otro aspecto fundamental por el que debemos leer la obra del profesor Peredo descansa en que explica y contextualiza la historia reciente de la política exterior norteamericana. No se trata de un aspecto meramente descriptivo. Por el contrario, la finalidad del autor es de mayor enjundia: señalar las notables diferencias que ha introducido Trump con relación a sus inmediatos predecesores en el cargo, ninguno de los cuales cuestionó el rol de los aliados de Estados Unidos, ni optaron por el proteccionismo comercial como fórmula mágica, a modo de bálsamo de fierabrás, para solventar los problemas económicos del país. En este punto, el autor valora principalmente el rol desempeñado por Ronald Reagan y Barack Obama.
Con relación al primero, el profesor Peredo subraya que “la memoria de Reagan nos recuerda algunos logros de un presidente republicano con intención de recomponer la grandeza de América. Primero, si no hay valores liberales, respeto a las instituciones democráticas y aliados, no hay América. Segundo, la seguridad y el aumento del gasto en defensa no tiene que ir de la mano del militarismo” (p. 97).
En cuanto a Obama, pone en valor su multilateralismo y la defensa de la diplomacia, en claro contraste con el unilateralismo que caracterizó a la administración de George W. Bush, cuyas intervenciones militares en Afganistán e Irak reprocha por la desestabilización regional que generaron: “los atentados del World Trade Center forzaron, sin embargo, la respuesta militar americana y consolidaron una estrategia unilateralista con consecuencias devastadoras para Oriente Medio” (p. 46). Con todo ello, a pesar de los virajes de Trump, durante su gobierno se ha mostrado rotundo en cuestiones geopolíticas trascendentes, tales como la consolidación de la alianza con Arabia Saudí e Israel en Oriente Medio o la revitalización del NAFTA bajo la forma de USMCA. Sin embargo, otras decisiones que certifican su desprecio por el multilateralismo (el rechazo del Acuerdo de París y de los tratados comerciales con Europa y Asia-Pacífico), además de ser controvertidas, podrían generar consecuencias adversas en el corto y medio plazo para los intereses norteamericanos.
En definitiva, una obra fundamental para conocer lo que realmente ha significado la Administración Trump. José María Peredo, además, introduce algunos interrogantes que provocarán que el lector preste atención a lo que suceda en Estados Unidos durante los próximos meses y sea capaz de extraer conclusiones alejadas de tópicos y de lugares comunes. Para tal finalidad, este libro le brinda material de un incalculable valor.
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