Ignacio de Loyola: El Autógrafo de los Ejercicios espirituales. The Autograph Copy of the Spiritual Exercises. Edición de Santiago Arzubialde y José García de Castro. Translated by Barton T. Geger, CVX-CLC – Ignatius 500. Mensajer, Bilbao, 2022. 447 páginas. Comentario realizado por Luis Mª García Domínguez.
Presentamos la publicación de una edición del texto Autógrafo de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola, prologada por el P. Arturo Sosa S. J., prepósito general de la Compañía de Jesús, y con un prefacio de Denis Dobbelstein, CVX, presidente de la Comunidad de Vida Cristiana. Una magnífica edición en este año ignaciano que conmemora el 500 aniversario de la conversión del hidalgo guipuzcoano (1521-1522) y los cuatrocientos años de su canonización (1622). La obra incluye un largo estudio preliminar del texto, la edición fototípica del manuscrito conservado en Roma, la transcripción literal de dicho manuscrito y muy numerosas notas de comentario al texto, con un glosario final.
El trabajo de edición ha sido realizado por dos especialistas en el texto ignaciano, Santiago Arzubialde, S. J., y José García de Castro Valdés, S. J., que son los coeditores y firman la larga introducción al texto ignaciano. El primero, doctor en Teología y profesor largos años en el Instituto de Espiritualidad de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid), es especialista en Teología Espiritual sistemática (con una trilogía publicada en la editorial Sal Terrae) y tiene numerosos trabajos de investigación sobre el texto ignaciano, entre los que cabe destacar su comentario sistemático al texto de los Ejercicios.
El segundo, doctor en Filología Hispánica (Salamanca 1999), es profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid), donde imparte cursos sobre discernimiento y sobre el carisma fundacional de la Compañía de Jesús. Tiene numerosas publicaciones sobre los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola, los primeros compañeros jesuitas y la espiritualidad ignaciana. La traducción al inglés de la introducción, las notas y el glosario final ha sido realizada por Barton T. Geger, S. J., doctor en teología por la Universidad P. Comillas, con una tesis sobre las Constituciones de la Compañía de Jesús y actual profesor de teología en el Boston College (Boston, USA).
El conjunto de la obra conforma un sólido volumen de 447 páginas, impreso en papel de calidad y encuadernación cartoné. La obra se inicia con un índice detallado con el texto bilingüe (inglés / español) correctamente posicionado en páginas paralelas (par / impar), para toda la publicación. El texto ignaciano del Autógrafo no se traduce al inglés.
El estudio preliminar, llamado modestamente «Introducción» (pp. 28-141), es un profundo trabajo que presenta una síntesis del estado de la cuestión en torno al texto ignaciano de los Ejercicios: las fuentes, las etapas en la redacción del texto, la finalidad antropológica y teológica de los Ejercicios mismos, las claves internas para entender la estructura de las cuatro semanas, el género literario del texto.
Se presentan también los distintos manuscritos antiguos que existen de los Ejercicios, los seis manuscritos castellanos y los ocho textos latinos (pp. 91-99). La presentación del manuscrito mismo del Autógrafo (pp. 99-127) se hace con gran detalle, describiendo minuciosamente el texto: su estructura, apartados, páginas, líneas, numeración, márgenes y la letra. Luego se detallan las enmiendas al texto, seguramente debidas a tres manos diferentes. A continuación, se comenta el lenguaje castellano del Autógrafo, que a niveles gráfico, morfológico, léxico y sintáctico manifiesta “una marcada tendencia cultista” que convive con la inestabilidad del castellano del siglo XVI y con algún rasgo del copista portugués.
Se señalan las peculiaridades de la presente edición, y se termina esta larga y completa introducción presentando una bibliografía básica específica sobre el Autógrafo y señalando las abreviaturas usadas en el mismo libro.
La edición fototípica del manuscrito ignaciano con su transcripción literal (pp. 144-394) ocupa la mayor parte de la publicación. Esta edición reproduce las fotografías del texto recientemente restaurado por la Dra. Melania Zanetti (Università Cattolica del Sacro Cuore, Milán-Italia) y financiada por la Fundación Gondra Barandiarán. El Autógrafo se ha visto sometido a un profesional proceso de limpieza y restauración que ha eliminado la mayoría de las sombras, “clarificando en gran medida los restos de tinta que el verso proyectaba sobre el recto y viceversa” (p. 107). Por eso resulta sumamente clara para su lectura atenta, aunque queda siempre la evidencia de un manuscrito en papel escrito por ambas caras, posiblemente copiado por el jesuita portugués y secretario de la Compañía padre Bartolomeu Ferrão. Desde hace unos meses, estas fotografías están accesibles en la página web del Archivo Romano de la Compañía de Jesús (ARSI).
El Autógrafo consta de 63 folios (21,5 x 14,4 cm.), escritos por ambas caras, como está dicho. El manuscrito carece de introducción y, aunque se hace cierta distinción de párrafos o apartados, a lo largo del texto tampoco se visualiza (en página nueva o con algún título especial) el cambio de etapa (semana) o de tema. Tan sólo al final del folio 41v, donde terminan los modos de orar, y el copista cambia de página; tal vez indicando que los Ejercicios terminan en ese momento y los documentos que siguen a continuación son unos complementos o anexos a los ejercicios estrictamente tales.
La transcripción del texto, en páginas paralelas al manuscrito, refleja la misma disposición que el original, con las notas marginales en sus lugares correspondientes. Dicen los autores que “la nuestra es la primera transcripción… que se realiza teniendo en cuenta la paginación, los numerosos elementos presentes en los márgenes, las enmiendas y correcciones, y manteniendo además el lineado del texto original ignaciano” (p. 129). Los criterios utilizados para la transcripción se explican en la Introducción (pp. 129-131).
Las 304 notas al texto transcrito (pp. 396-435), siempre en castellano e inglés, son de diverso tipo, y se ha optado por situarlas al final de la transcripción. El objetivo principal de esta edición es poner al alcance de un gran público el texto ignaciano original y, por lo tanto, no buscan las notas ofrecer comentarios pastorales, teológicos o espirituales de los Ejercicios, sino concisas aclaraciones predominantemente filológicas y lingüísticas, aunque también algunas explicaciones sobre el significado o la intención ignaciana de algunos textos. Algunas notas dan cuenta de mínimos detalles del escrito, como erratas o correcciones, mostrando también algunas variantes de la misma palabra a lo largo del manuscrito.
Otras notas recogen el significado actual de algunos términos que han perdido uso en la actualidad, o recuerdan el significado más cercano posible a san Ignacio, mediante el recurso a los diccionarios clásicos Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias (1611) o el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española (1726-1739). Y así podemos acercarnos al significado de palabras como admonir, binarios, compósito, considerar, delectación, desmamparado, natura, sentina, sindérese, subiecto, vacar, o el verme de la conciencia. Todas las expresiones que el texto ignaciano utiliza y que hoy no son habituales aparecen anotadas.
Distintas notas enriquecen los significados anteriores con aclaraciones más precisas, como se hace con los diez mil ducados (nota 111) y su posible equivalencia actual en euros. Del mismo modo se recuerdan los pecados mortales, que hoy llamamos capitales (n. 172), y las siete virtudes (n. 173), que san Ignacio no detalla.
Más ampliamente, ciertas notas explican o clarifican el mismo texto ignaciano: Ignacio habla de dos de las tres vías espirituales de la tradición en las anotaciones (n. 10), las tres potencias (n. 47), la oración preparatoria (n. 48), el sentido de la indiferencia (n. 23), el coloquio (n. 56), las maneras de humildad (n. 119). En algunas de estas expresiones se recogen también posibles trasfondos de sentido, como cuando se recuerda veladamente a la Trinidad en la contemplación para alcanzar amor (creación, redención y dones particulares, n.162) o cuando se alude posiblemente a la divinidad de Jesucristo venido en carne en la octava aparición, ofreciendo a los discípulos no solo un pez asado, como dice el cuarto evangelio, sino también un panal de miel (n. 243).
Y, como no podía ser de otra manera, estas notas recogen las 32 correcciones o enmiendas manuscritas de Ignacio al texto del copista, que dan fe de la minuciosidad y atención con las que Ignacio revisó el “Autógrafo”.
A las notas sigue un “Glosario” (pp. 437-445), también en inglés y castellano, que recoge “todas las palabras y expresiones del Autógrafo de los Ejercicios Espirituales que han sido definidas o comentadas en las notas”, de modo que a la palabra sigue el número de nota o notas donde se comenta. De esta manera, se facilita mucho el acceso a los conceptos que se quieran consultar en un momento determinado.
Estamos, por lo tanto, ante la edición científica de un texto espiritual clásico, que ha sido utilizado y comentado desde muchas perspectivas y que ahora se pone al alcance de los interesados en toda su pureza.
La edición tiene unas opciones claras que conllevan algunas consecuencias para el lector; nos fijamos en dos. Una posible dificultad para los lectores que consulten esta edición del texto Autógrafo de los Ejercicios es que no incluye la numeración habitual e internacionalmente reconocida de los párrafos del texto ignaciano que universalizó la edición de Arturo Codina en Monumenta (1919); ciertamente, esa numeración que hoy nos es tan habitual no aparece en el manuscrito ignaciano, por lo que la fidelidad de la edición del original no sería compatible con la introducción de dicha numeración. Otra posible incomodidad, ciertamente menor, es que las valiosas notas al texto no aparecen a pie de página, donde sería más fácil consultarlas, sino al final del texto original; de nuevo, su inclusión como notas al pie sería incompatible con la reproducción fiel del original que se ha buscado justamente en esta edición.
Una obra como esta es un eslabón más en la larga y sólida cadena de investigación histórica y filológica del texto de los Ejercicios. No cabe duda de que los trabajos de Arturo Codina, José Calveras, Cándido de Dalmases, y de tantos otros anónimos amanuenses o copistas, sostienen, en gran medida, esta edición del Autógrafo que hoy presentamos.
Con todo lo dicho, queda claro que estamos presentando un gran libro de consulta, sólidamente encuadernado, que será una ayuda inestimable para todos los que deseen conocer y estudiar el texto ignaciano, y quedará como una referencia obligada en adelante para cualquier trabajo científico sobre el texto de los Ejercicios. No podemos dejar de agradecer a Grupo Comunicación Loyola (ed. Mensajero) el cuidado diseño del libro, que otorga una bella “forma editorial” al valioso contenido que ofrece. Una publicación que, por otra parte, recupera un más inmediato acercamiento al original ignaciano, a los quinientos años del comienzo de su redacción embrionaria en Loyola y Manresa.
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