Aleixandre, Dolores: Las puertas de la tarde. Envejecer con esplendor. Sal Terrae, Santander, 2007. Colección «El pozo de Siquem» 217. 191 páginas. Comentario realizado por Javier Sánchez Villegas.
Hay un tema que no hemos tratado todavía. Un tema que nos da miedo, pero que ha movido a toda la humanidad a salir de sí misma, de lo inmanente, para buscar, y encontrar, lo trascendente. Me refiero al tema de la muerte. Yo no quiero ponerme pesimista ni trágico, pero ahí está. Cuando tus mayores van siendo muy mayores, cuando ves cómo se van apagando como velas, no puedes mirar para otra parte. Lo mismo ocurre cuando ves que tienen algo más que "goteras" y que, poco a poco, sus capacidades -por las que brillaron en otro momento- van deteriorándose lentamente. Es duro que un ser querido abandone esta vida, pero también es muy duro ver cómo tus padres inician el camino inexorable de la dependencia. Sobre todo, cuando sabes que la guerra, tarde o temprano, la vas a perder. Y no puedes hacer nada salvo acompañarles y quererles.
En este contexto personal, y aun en medio de la bien llamada "crisis de los cuarenta", me he dispuesto a leer y a rezar un libro de Dolores Aleixandre (a la que adoro) que se centra, desde la perspectiva de la Biblia y de su experiencia personal, en el otoño y en el invierno de la vida, es decir, en la cuestión del envejecimiento y la muerte. Y antes que nada, tengo que reconocer que este libro se lo hemos regalado a mis padres y a los padres de Cristina, y que les ha encantado. En su momento comentaron que estaba lleno de verdades, y que les estaba ayudando a la hora de enfrentarse a determinadas cuestiones. Que les daba mucha paz interior. Este es el mejor juicio que puede recibir esta obra. Sin embargo, quiero dejar bien claro desde el principio que este libro no va dirigido exclusivamente a la gente mayor, sino también a todos aquellos que, por unos motivos o por otros, acompañan a las personas mayores. Te da mucha luz y te orienta en temas que, probablemente, nunca te habías planteado. Por lo menos, eso me ha ocurrido a mí.
De Dolores Aleixandre no voy a decir nada. En el comentario que escribí sobre otro libro suyo, Hilvanes y pespuntes (ver aquí), ya hicimos una semblanza de ella y de su obra. Os remito, por tanto, a ese comentario.
Con su humor característico, Dolores comienza su introducción atacando directamente el tema. «La sola perspectiva de envejecer desencadena infinitas ansiedades y preocupaciones: miedo al relevo laboral, a la pérdida de la relevancia social, a la dependencia, al deterioro de la salud o de la imagen corporal...». Y en nota a pie de página: «Este último miedo origina una variadísima oferta de medicinas antiedad (sic), soluciones dermoestéticas para "prevenir el estrés oxidativo celular" (antes solo se oxidaban las cerraduras...) a base de "anticelulíticos desincrustantes (?) antinódulos", "tensores de arrugas con liposomas reestructurantes y exfoliantes" o tratamientos con algas del Mar Muerto y ventosas chinas. En suma, una guerra sin cuartel por mantenerse joven o parecerlo. "Envejecer... ¿te lo puedes permitir?", pregunta un anuncio de cosmética masculina, consiguiendo que nos surja inmediatamente otra pregunta en torno al resultado que obtendrá quien decida no permitírselo". Como podéis observar, razón no le falta, aunque lo diga en clave de humor.
El libro está dividido en dieciocho capítulos. Cada uno de ellos presenta la siguiente estructura:
- Planteamiento del tema. Reflexión de Dolores sobre el punto propuesto.
- Voces en la puerta. Presentación de textos de diversos autores y de diferentes procedencias. Así, nos encontramos textos de Karl Rahner, Henri Nouwen, Joan Chittister, Jean Vanier, etc. Todos ellos son muy interesantes y pueden servir como base para un diálogo posterior sobre el tema que tratan.
- Cruzando el umbral. Ofrece la compañía de algunos personajes bíblicos para ir más allá de la sola reflexión e invitar a una dimensión más orante y contemplativa del tema que se trata. La riqueza de este apartado es impresionante. La sensación que te queda es que no hay nada nuevo bajo el sol, pues en la Biblia aparecen distintos personajes (David, Job, Gedeón, etc.) que han pasado por las mismas dificultades que los hombres de hoy a la hora de enfrentarse al envejecimiento y la muerte. Cambian las circunstancias, pero los problemas son los mismos.
- Tertulia de pensionistas. Presenta distintos testimonios, opiniones, anécdotas, cuentos, poemas y propuestas para facilitar el intercambio y el diálogo. Este apartado es tremendamente variado y rico. Muy útil igualmente para iniciar un compartir en grupos de profundización.
Bien, como veis, nos encontramos ante un libro distinto que pretende, por encima de todo, dar una visión cristiana al otoño de la vida. ¿Es posible compaginar el último tramo de la vida con la afirmación de Jesús de que "he venido para que tengan vida, y vida en abundancia"? ¿Cómo vivir en cristiano este periodo? ¿Qué palabra de esperanza y de fortaleza tiene el Señor para los que viven esta etapa de descenso y para los que están a su lado acompañándolos? ¿Es suficiente con llevar una vida sana, hacer ejercicio, una dieta equilibrada e ir a la consulta del médico para cubrir las revisiones periódicas? ¿Qué pasa con la dimensión psicológica y espiritual?
El libro de Dolores es reconfortante, vitalista, realista, esperanzador. Es una joya que te recomiendo. Está lleno de vida y de gracia. Ayuda a centrar las cosas y a vivirlas en el Espíritu de Jesús. Tarde o temprano todos pasaremos por ahí. Este libro te ayudará. Te lo prometo. Gracias, Dolores. Se sobrellevan mejor las circunstancias después de leer y rezar tu libro.
En este contexto personal, y aun en medio de la bien llamada "crisis de los cuarenta", me he dispuesto a leer y a rezar un libro de Dolores Aleixandre (a la que adoro) que se centra, desde la perspectiva de la Biblia y de su experiencia personal, en el otoño y en el invierno de la vida, es decir, en la cuestión del envejecimiento y la muerte. Y antes que nada, tengo que reconocer que este libro se lo hemos regalado a mis padres y a los padres de Cristina, y que les ha encantado. En su momento comentaron que estaba lleno de verdades, y que les estaba ayudando a la hora de enfrentarse a determinadas cuestiones. Que les daba mucha paz interior. Este es el mejor juicio que puede recibir esta obra. Sin embargo, quiero dejar bien claro desde el principio que este libro no va dirigido exclusivamente a la gente mayor, sino también a todos aquellos que, por unos motivos o por otros, acompañan a las personas mayores. Te da mucha luz y te orienta en temas que, probablemente, nunca te habías planteado. Por lo menos, eso me ha ocurrido a mí.
De Dolores Aleixandre no voy a decir nada. En el comentario que escribí sobre otro libro suyo, Hilvanes y pespuntes (ver aquí), ya hicimos una semblanza de ella y de su obra. Os remito, por tanto, a ese comentario.
Con su humor característico, Dolores comienza su introducción atacando directamente el tema. «La sola perspectiva de envejecer desencadena infinitas ansiedades y preocupaciones: miedo al relevo laboral, a la pérdida de la relevancia social, a la dependencia, al deterioro de la salud o de la imagen corporal...». Y en nota a pie de página: «Este último miedo origina una variadísima oferta de medicinas antiedad (sic), soluciones dermoestéticas para "prevenir el estrés oxidativo celular" (antes solo se oxidaban las cerraduras...) a base de "anticelulíticos desincrustantes (?) antinódulos", "tensores de arrugas con liposomas reestructurantes y exfoliantes" o tratamientos con algas del Mar Muerto y ventosas chinas. En suma, una guerra sin cuartel por mantenerse joven o parecerlo. "Envejecer... ¿te lo puedes permitir?", pregunta un anuncio de cosmética masculina, consiguiendo que nos surja inmediatamente otra pregunta en torno al resultado que obtendrá quien decida no permitírselo". Como podéis observar, razón no le falta, aunque lo diga en clave de humor.
El libro está dividido en dieciocho capítulos. Cada uno de ellos presenta la siguiente estructura:
- Planteamiento del tema. Reflexión de Dolores sobre el punto propuesto.
- Voces en la puerta. Presentación de textos de diversos autores y de diferentes procedencias. Así, nos encontramos textos de Karl Rahner, Henri Nouwen, Joan Chittister, Jean Vanier, etc. Todos ellos son muy interesantes y pueden servir como base para un diálogo posterior sobre el tema que tratan.
Dolores Aleixandre |
- Tertulia de pensionistas. Presenta distintos testimonios, opiniones, anécdotas, cuentos, poemas y propuestas para facilitar el intercambio y el diálogo. Este apartado es tremendamente variado y rico. Muy útil igualmente para iniciar un compartir en grupos de profundización.
Bien, como veis, nos encontramos ante un libro distinto que pretende, por encima de todo, dar una visión cristiana al otoño de la vida. ¿Es posible compaginar el último tramo de la vida con la afirmación de Jesús de que "he venido para que tengan vida, y vida en abundancia"? ¿Cómo vivir en cristiano este periodo? ¿Qué palabra de esperanza y de fortaleza tiene el Señor para los que viven esta etapa de descenso y para los que están a su lado acompañándolos? ¿Es suficiente con llevar una vida sana, hacer ejercicio, una dieta equilibrada e ir a la consulta del médico para cubrir las revisiones periódicas? ¿Qué pasa con la dimensión psicológica y espiritual?
El libro de Dolores es reconfortante, vitalista, realista, esperanzador. Es una joya que te recomiendo. Está lleno de vida y de gracia. Ayuda a centrar las cosas y a vivirlas en el Espíritu de Jesús. Tarde o temprano todos pasaremos por ahí. Este libro te ayudará. Te lo prometo. Gracias, Dolores. Se sobrellevan mejor las circunstancias después de leer y rezar tu libro.
Esta mujer es un verdadero regalo de Dios, todo lo que dice y lo que escribe me ayuda tanto! sensible, creativa, sabia, con sentido del humor y lo mejor de todo: buena. Javier he descubierto esta página por casualidad y me encanta, gracias por amar tanto los libros, los mejores compañeros de camino después de las personas. Gracias
ResponderEliminarGracias, Matilde, por tus palabras tan cariñosas. Son alentadoras y están llenas de vida.
ResponderEliminarCoincido plenamente contigo en todo lo que dices sobre Dolores. Creo que es un gran regalo de Dios para el mundo. Su capacidad para llegar al corazón es inigualable. Y, efectivamente, sobre todo es una mujer buena, que transparenta a Dios en todo lo que hace y dice. Una suerte contar entre sus amigos.
Por otro lado, también coincido en que los libros son fundamentales para el camino, pero los valoro en nada cuando los comparo con las personas.
Gracias de nuevo.