Martini, Carlo Maria: Creo en la vida eterna. San Pablo, Madrid, 2012. 160 páginas. Comentario realizado por Abel Toraño.
Un libro sencillo y un estilo directo. Inspirador. Una bella lectura. Son estas algunas de las impresiones que han ido jalonando mi lectura de Creo en la vida eterna. Como tantas otras obras con la firma del recordado y querido cardenal Martini, no se trata de una obra original, sino de una recopilación de textos que han ido sembrando su hondo magisterio pastoral y han ido viendo la luz en las últimas décadas. Este carácter recopilatorio hace que en algún momento se perciba cierta reiteración de temas y argumentaciones, especialmente a partir del capítulo sexto.
«Creo en la vida eterna», reza el último artículo del Símbolo de los Apóstoles. Apoyado en esta última línea de nuestro credo, el cardenal Martini nos ofrece en 10 capítulos una serie de reflexiones sobre aquellos temas que tienen que ver con el fin de nuestra existencia: muerte, juicio, resurrección... Son reflexiones de un maestro del espíritu que dejó hablar a la Palabra, en su vida, hasta el final: «lámpara es tu Palabra para mis pasos; luz en mi camino» (Sal 119, 105) es el pasaje de la Escritura escogido por el sabio cardenal como epitafio para su tumba. A la luz de la Palabra, el cardenal toma como punto de partida de sus meditaciones el miedo a la muerte, esa realidad inexcusable e invencible que acompaña la existencia humana.