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miércoles, 19 de junio de 2024

José María Rodríguez Olaizola: Contemplaciones de papel. Por Tamara Murillo Llorente

Rodríguez Olaizola, José María: Contemplaciones de papel. Sal Terrae, Santander, 2009. 224 páginas. Comentario realizado por Tamara Murillo Llorente.

Pretender presentar a José María Rodríguez Olaizola en esta recensión sería como presentar a alguien a su propia familia. Así pues, más allá del autor, lo primero que cabe resaltar en relación con este libro es la expresividad de su título: tal y como indica, Contemplaciones de papel es una invitación a contemplar las escenas pintadas, no con formas y colores sobre lienzo, sino con palabras sobre el papel, que esbozan con acierto y gran humanidad las distintas escenas evangélicas escogidas. 

Se trata de quince escenas que sirven de punto de partida en cada uno de los quince capítulos de la obra, estructurados en torno a tres partes que siguen un único esquema. 

Primero, un sugerente relato de una escena citada al inicio. En él se recrean los ambientes y las costumbres y mentalidad del mundo judío en la época de Jesús. Pero, sobre todo, en medio de los escenarios que nos trasladan a contemplar como si presentes nos halláramos, se despliega la experiencia honda de los personajes. Su experiencia interna, esbozada con delicadeza por un narrador en tercera persona, pero que opta por la perspectiva de un personaje concreto, ya sea

viernes, 29 de diciembre de 2023

Piet van Breemen: Habitar en el misterio. Por Tamara Murillo Llorente

Van Breemen, Piet: Habitar en el misterio. Sal Terrae, Santander, 2008. 86 páginas. Comentario realizado por Tamara Murillo Llorente.

Una vez más, la colección «Sal Terrae Breve» nos ofrece una pequeña joya en su número 69: Habitar en el misterio, de Piet van Breemen. Al acercarnos a ella, podemos subrayar ante todo la figura de su autor, del que ya hemos podido disfrutar los españoles a través de distintas obras, en especial, Como pan que se parte, y que vuelve a ofrecernos reflexiones a un tiempo profundas y sencillas, así como bíblica y psicológicamente fundamentadas. 

Como segundo elemento atrayente, resalta el título: habitar, infinitivo que propone un modo de estar, de vivir en el aquí y ahora, en presente, en el misterio, que se describe por oposición y contraste con los problemas que se resuelven. Misterio que apunta aquí tanto al misterio de Dios como al misterio de cada ser humano en su fuero interno. 

Por último, fijándonos ya en el contenido, se trata de siete –número bíblico no casual– meditaciones con referencia sobre todo al evangelio de Juan. El mismo autor las presenta así en su introducción. 

Cada una de las tres primeras meditaciones o capítulos se abre con una sugerente